MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Los cisnes cantores suelen pasar el invierno en el Reino Unido y el verano en Islandia. En el nuevo estudio, los investigadores examinaron 30 años de datos sobre cisnes en 22 lugares del Reino Unido, tres de los cuales son reservas naturales gestionadas por el Wildfowl and Wetlands Trust (WWT).
Las tasas de supervivencia fueron significativamente más altas en las reservas naturales, y el crecimiento de la población fue tan fuerte que muchos cisnes se trasladaron a lugares no protegidos.
Basándose en estos resultados, el equipo de investigación, dirigido por las universidades de Exeter (Reino Unido) y Helsinki (Finlandia), proyecta que las reservas naturales podrían ayudar a duplicar el número de cisnes cantores que pasan el invierno en el Reino Unido de aquí a 2030.
Los cisnes de las reservas naturales tenían una menor probabilidad anual de criar, pero los investigadores subrayan que estas aves tienen más oportunidades de criar a lo largo de su vida y, por término medio, tendrán más descendencia.
Los resultados ponen de relieve el importante efecto que las reservas naturales pueden tener en la conservación, incluso cuando las zonas protegidas son relativamente pequeñas y sólo se utilizan durante breves periodos del ciclo vital de una especie.
"Las áreas protegidas son la principal herramienta que se utiliza para frenar el declive de la biodiversidad, y cada vez hay más consenso en que el 30% de la superficie del planeta debería estar protegida para 2030 --afirma en un comunicado la doctora Andrea Soriano-Redondo, de las universidades de Exeter y Helsinki--. Sin embargo, la eficacia de las zonas protegidas no siempre está clara, sobre todo cuando las especies se desplazan entre zonas protegidas y no protegidas a lo largo de su vida".
"Nuestros hallazgos aportan pruebas sólidas de que las reservas naturales son enormemente beneficiosas para los cisnes cantores y podrían aumentar drásticamente su número en el Reino Unido", asegura.
A partir de un conjunto de datos de 30 años, que incluía observaciones de más de 10.000 cisnes cantores, el equipo de investigación construyó un modelo de población que preveía que su número en invierno podría duplicarse para 2030.
"La tasa de crecimiento anual de la población dentro de las reservas naturales era del 6%, frente al 0,2% fuera de ellas --explica el doctor Richard Inger, del Centro de Ecología y Conservación del Campus Penryn de Exeter--. Este aumento de la población no se limita a las reservas naturales: creó una mayor densidad de población, lo que llevó a algunos cisnes a trasladarse a zonas no protegidas".
Añade que "los cisnes jóvenes fueron los más propensos a hacerlo, lo que significa que los beneficios de las reservas naturales se extienden también a otras zonas".
Las reservas naturales del WWT que participaron en el estudio contaban con una serie de medidas para ayudar a los cisnes invernantes, como cercas para zorros, alimentación suplementaria, lugares de descanso controlados y prohibiciones de caza.
"En general, nuestro estudio demuestra los enormes beneficios de la protección localizada para especies animales muy móviles --resalta el profesor Stuart Bearhop, de la Universidad de Exeter--. También demuestra que las medidas selectivas durante periodos clave del ciclo vital pueden tener efectos desproporcionados en la conservación".
Por su parte, David Pickett, Director del Centro y la Reserva del WWT Caerlaverock Wetland Centre, destaca que "esta investigación muestra cómo los refugios seguros para la fauna de los humedales, como los de WWT Caerlaverock, Welney y Martin Mere, pueden ayudar a una especie a sobrevivir y tener éxito cuando sus hogares tradicionales están amenazados".
"Muchas aves silvestres dependen de nuestros lugares para alimentarse y refugiarse, y nos hemos comprometido a crear y restaurar más de estos hábitats de humedales saludables, de los que el Reino Unido ha perdido tantos en nuestra historia reciente", concluye.