El extitular de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, se enfrentará a un juicio por la presunta recepción de sobornos de la empresa constructora Odebrecht tras no concretarse un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) para recuperar el criterio de oportunidad que le permitiera continuar su proceso en libertad.
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La noche de este lunes un juez dicto la apertura del juicio, después de más de tres años del caso iniciado tras la extradición del exdirector de Pemex desde España, con lo que la FGR busca imputarle hasta 46 años de prisión por la comisión de al menos tres delitos cuando era funcionario del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
De esta forma, lo acusan de haber recibido 10 millones de dólares, lo que condujo a que pesen en su contra los delitos de asociación delictuosa, cohecho y lavado de dinero.
En la audiencia intermedia para el descargo de pruebas, el juez de control, Gerardo Genaro Alarcón, no admitió todas las pruebas presentadas por la Fiscalía debido a una presunta violación del secreto bancario y el carácter confidencial de las comunicaciones privadas de Lozoya Austin.
Además, ahora está pendiente que un tribunal del Poder Judicial dé a conocer la fecha en que dará el comienzo del juicio oral, en el que se pretende que se le dicte una sentencia al exdirector de Pemex, quien permanece en la cárcel bajo la medida cautelar de prisión preventiva.
A lo 46 años en prisión que pide la Fiscalía en contra de Lozoya se suman 21 años para su madre, Gilda Austin, por los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero por su presunta participación en la recepción de dinero proveniente de los sobornos. También, se suma una inhabilitación de 14 años en el servicio público de Lozoya.
Ahora la defensa del exdirector de Pemex dijo que interpondrá un amparo para frenar la realización del juicio oral y, por su parte, la FGR impugnará las pruebas que le rechazaron.
