RÍO DE JANEIRO (AP) — Familiares y simpatizantes se reunieron el martes en Río de Janeiro para recordar el quinto aniversario del asesinato de la concejal Marielle Franco en medio de esperanzas de que las investigaciones sobre su muerte se acelerarán bajo el mando del nuevo presidente de izquierda de Brasil.
“Han sido cinco años de dolor, sufrimiento, esperanza y preguntas sin respuestas. Media década es mucho tiempo”, comentó a los reporteros Marinete da Silva, la madre de la concejal asesinada luego de la inauguración de un cartón de 11 metros (36 pies) de altura de su hija en el Museo de Arte de Río.
En el cartón, Marielle —quien era de raza negra, bisexual y conocida a nivel internacional por su nombre— aparece luciendo un vestido floreado y la figura represente su enorme legado, comentó da Silva.
En 2016, Marielle ganó las elecciones al concejo de la ciudad, donde luchó contra la violencia que afecta a las mujeres al tiempo que defendió los derechos humanos y programas sociales, sobre todo en las favelas como en la que nació y creció. La ascendente estrella política y su chofer fueron asesinados en la noche del 14 de marzo de 2018, cuando regresaban de un evento para empoderar a las jóvenes de raza negra.
Desde entonces, la concejal se ha convertido en un mártir y un símbolo de resistencia de la izquierda. Se puede encontrar su silueta plasmada en camisetas y pintada en muros en todo el país sudamericano, e incluso en el extranjero.
Dos expolicías acusados de perpetrar el doble asesinato están en prisión a la espera de su juicio, pero las cuestiones centrales sobre el caso siguen sin tener respuesta: ¿Quién ordenó el asesinado de Marielle y cuáles eran sus motivos?
El padre de Marielle, Antonio Francisco da Silva Neto, dijo que el expresidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, no llevó a cabo una labor coordinada para resolver el caso. Cree que finalmente se pueda hacer justicia bajo el mando del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el cargo en enero.
“No tendríamos ninguna esperanza si el presidente Lula no hubiera sido elegido”, comentó a los reporteros.
Lula se ha esforzado para honrar la memoria de Marielle y para acelerar las investigaciones. En el Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, envió un proyecto de ley al Congreso para declarar el 14 de marzo un día dedicado a Marielle y esté enfocado en la lucha contra la violencia política de género y racial.
El martes, Lula y su gabinete se pusieron de pie y guardaron un minuto de silencio. La hermana de Marielle, Anielle Franco, quien es la ministra de Igualdad Racial de Lula, derramó unas lágrimas.
“Es muy importante para nosotros como familia... tener un gobierno que está interesado en el caso y ha mostrado, más que nunca, estar dispuesto a colaborar para que podamos descubrir quién ordenó el asesinato de mi hermana”, afirmó Anielle Franco.
