Los defensores de derechos humanos en Bielorrusia alertaron el martes sobre una nueva y dura represión a la disidencia por parte del gobierno autoritario, que se saldó con la detención de más de 100 personas, entre ellas varios psicólogos y psiquiatras, en una semana.
Viasna, el grupo de defensa de los derechos más antiguo y destacado de Bielorrusia, declaró que se produjeron detenciones masivas en la capital, Minsk, así como en el este y el oeste del país. Las autoridades se centraron en activistas de oposición, periodistas, trabajadores médicos, miembros de clubes deportivos de tiro y personas que operan drones.
Pavel Sapelka, de Viasna, declaró a The Associated Press que las fuerzas de seguridad bielorrusas están llevando a cabo “redadas y registros generalizados” contra los sospechosos de estar implicados en un reciente ataque contra un avión de guerra ruso estacionado cerca de la capital bielorrusa.
“Guerrilleros” del movimiento opositor BYPOL se adjudicaron el ataque contra un Beriev A-50 estacionado en la base aérea de Machulishchy, cerca de Minsk. Rusia utilizó el territorio de su aliado para invadir Ucrania hace un año, y Bielorrusia ha seguido acogiendo soldados, aviones de guerra y otras armas rusas. Los activistas de oposición habían dicho que su objetivo era socavar ese apoyo a la guerra.
Las autoridades bielorrusas han dicho que solicitaron a Moscú que vigilara su frontera y que en un principio guardaron silencio sobre el incidente. Días después, el autoritario presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, reconoció el ataque, afirmando que el avión había sufrido daños insignificantes, pero admitiendo que se tuvo que enviar la aeronave de regreso a Rusia para su reparación.
Según el Ministerio del Interior bielorruso, tan sólo el 9 de marzo se detuvo a 60 personas en el marco de la “intensificación de la labor sobre los involucrados en grupos extremistas y organizaciones terroristas”. La agencia de seguridad estatal KGB del país también informó de la detención de un ciudadano ucraniano a quien las autoridades acusan del atentado contra el avión, y de 20 presuntos cómplices bielorrusos.
Las autoridades también informaron de la detención de 30 personas en la ciudad de Gomel, en la frontera con Ucrania, “con el fin de identificar conexiones con miembros extranjeros de grupos extremistas”. Según Viasna, los detenidos en Gomel permanecen bajo custodia en duras condiciones.
El grupo también denunció “inexplicables” detenciones masivas de psicólogos y psiquiatras bielorrusos. Más de 20 médicos han sido detenidos en todo el país, y las autoridades “les exigen que violen la confidencialidad médico-paciente e informen sobre los pacientes ‘indeseables’ a los atienden”.
En la última semana también han sido detenidos cuatro periodistas.