La tecnología es tan poderosa que hoy permite acelerar la solución de problemas bancarios de 20 a solo un día y, con ello, incrementar la eficiencia de los servicios financieros, explicó el director general de Banco Azteca, Alejandro Valenzuela.
En una entrevista con Publimetro previa a la 86 Convención Bancaria, que este jueves se inaugura en la ciudad de Mérida, Yucatán, apuntó que la digitalización financiera es el reto más importante que enfrenta el sector.
¿Cómo llega Banco Azteca a la Convención Bancaria?
— Tuvimos un muy buen 2022, apoyado por un mayor crecimiento de la economía mexicana, mucho mayor a lo que habíamos anticipado todos; que alcanzó 3%, a pesar del alza importante en las tasas de interés.
Y en este 2023 seguiremos trabajando mucho en la modernización del banco, particularmente lo que tiene que ver con su CORE, que es el cerebro de la institución para implementar nuevos sistemas y actualizar sus procesos y, con ello, llevar a Banco Azteca a la era de la digitalización.
¿Cómo se está dando tal proceso?
— En lo particular, estamos trabajando en el entendimiento del cliente y de todo su entorno, utilizando todas las tecnologías que sean aplicables; seguimos creciendo la red y somos un banco digital. Es decir, tenemos la parte física y la parte digital y, en esta última, llegamos a la marca de 20 millones de clientes en la aplicación de Banco Azteca, lo cual es muy destacable, porque es una app que realmente ha tenido mucho éxito en México.
¿Qué beneficios reciben los clientes a través de la digitalización del banco?
— Con el proceso de digitalización, tecnificamos la parte que le llamamos el back office y el office; son procesos que no ven los clientes, pero que dieron fluidez para ofrecer soluciones.
Por ejemplo, nos propusimos solucionar cualquier tema que tenga un cliente con el banco en menos de 24 horas, cuando en muchos productos y en muchos lugares tarda entre 14 y 20 días. Ricardo Salinas nos dijo ‘a ver, o logramos esto en menos de 24 horas como primera etapa…Y hemos mejorado mucho, porque había cuestiones que todavía se manejaban en Excel.
¿Qué problemas ya tienen solución a través de la digitalización y tecnificación de las operaciones bancarias?
— Buscamos tecnificar todo lo que podamos, todavía hay chamba, pero hoy la tecnología está permitiendo ubicar al cliente en distintas unidades: crédito, seguros, Afore y servicios; ver sus necesidades reales o potenciales y ver cómo podemos ser competitivos con esa realidad.
Por ejemplo, con la geolocalización ya detectamos dónde está el cliente y sabemos cuándo usa su tarjeta de crédito y, si dice ‘ese no fui yo y vemos que alguien está usando su tarjeta en otra parte, podemos ofrecer una solución inmediatamente.
La digitalización también nos permite ofrecer una respuesta rápida cuando un cliente reporta que pidió 500 pesos al cajero automático y solo le dio 300; si los sistemas nos dicen que es un cliente con un score correcto, le depositamos de inmediato los 200 que le faltan.
Migración al Banco del Bienestar
Ya empezó la migración de los beneficiarios de los programas sociales de Banco Azteca al Banco del Bienestar, ¿cómo les impacta esto?
— Vámonos al comienzo de la historia: muchos decían ‘el presidente Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Salinas se sentaron y hubo favoritismo absoluto al elegir a Banco Azteca para hacer llegar los recursos de los programas sociales.
Pero la triste realidad es que la banca desarrollo en México nunca se desarrolló y no tenía las capacidades para llegar a todos los rincones del país y el presidente, que es un hombre muy viajado, se dio cuenta que nosotros teníamos la infraestructura que necesitaba y nos usó extensivamente y para nosotros esto fue un costo.
Entonces, ¿sí les impactó?
— Desde el principio supimos que esta migración iba a pasar, porque el presidente fue muy claro, dijo que iba a desarrollar el Banco del Bienestar y que iba a poner todas las sucursales que pudiera; y que justamente su objetivo era desintermediarnos lo más pronto posible y, eso, está pasando… ¡tan, tan!
Es parte de una realidad, que nos ha ayudado a bancarizar y nos ayuda a conocer muchos clientes y, al contrario, hay que celebrar la migración de cuentas; qué bueno que el gobierno tenga ya instrumentos y pueda hacer las cosas en directo. ¿Cuál es nuestro reto ahora? Bancarizar a todos estos individuos que tuvimos la oportunidad de conocer.
¿Cuántas cuentas han migrado al Banco del Bienestar?
— Más o menos como 10%; muchos nomás venían con su tarjeta cobrar el recurso, no quieren saber absolutamente nada a nivel banco, ni nada; iban por el recurso, se lo gastaban y regresaban.
Otros beneficiarios, poco a poco, se dieron cuenta que podían guardar un poquito de ese dinero o, un momento dado, por primera vez, apalancarse y comprar algún producto que estaban deseando.
Encontramos un poco de todo, pero al final del día, sí nos abrió un un campo que nos ha ayudado a bancarizar, por un lado; y por otro, generar nuevos clientes y es parte de lo que el banco está haciendo.
Entonces, ¿no hay un rompimiento con el presidente López Obrador, por la migración de beneficiarios sociales al Banco del Bienestar?
— No hay un rompimiento con el gobierno ni con las políticas que implementaron a través de programas sociales para dispersar recursos... No, ninguno, simplemente es la evolución del Banco del Bienestar. Digamos que la película dice que al presidente no le gusta sorprender y no nos sorprendió