MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El proyecto, que comenzó en 2019, inspeccionó más de 1.500 grados cuadrados del cielo cada tres días y descubrió miles de nuevas explosiones cósmicas y otros transitorios astrofísicos, docenas de ellos solo días u horas después de la explosión.
Los datos recientemente publicados contienen información sobre casi 2.000 supernovas y otros objetos variables luminosos con observaciones en múltiples colores. También es el primero en utilizar ampliamente las imágenes multicolores para clasificar las supernovas y estimar sus distancias.
Los astrofísicos utilizan grandes estudios de imágenes (estudios sistemáticos de grandes áreas del cielo a lo largo del tiempo) y diferentes partes del espectro electromagnético para muchos objetivos científicos. Algunos se utilizan para estudiar galaxias distantes y cómo evolucionan a lo largo del tiempo cósmico, o para observar regiones específicas del cielo que son especialmente importantes, como la galaxia de Andrómeda.
"Pan-STARRS produce un flujo constante de descubrimientos transitorios, observando grandes áreas del cielo cada noche despejada con dos telescopios", dijo en un comunicado Mark Huber, investigador principal de IfA. "Con más de una década de observaciones, Pan-STARRS opera uno de los sistemas mejor calibrados en astronomía, con una imagen de referencia detallada del cielo estático visible desde Haleakala. Esto permite un rápido descubrimiento y seguimiento de supernovas y otros eventos transitorios, muy adecuado para programas como YSE para construir la muestra requerida para el análisis y esta importante publicación de datos".
YSE está diseñado para encontrar fuentes "transitorias" astrofísicas energéticas, como supernovas, eventos de interrupción de mareas y kilonovas (explosiones extremadamente energéticas). Estos transitorios evolucionan rápidamente, alcanzando su brillo máximo y luego desapareciendo después de unos días o meses.
Las imágenes de Pan-STARRS se transfieren al Centro de tecnología de la información de UH para el procesamiento inicial y la calibración científica por parte de Pan-STARRS Image Processing Pipeline. El procesamiento de alto nivel, el análisis detallado y el almacenamiento se realizaron utilizando sistemas informáticos en el National Center for Supercomputing Applications (NCSA), el Center for Astrophysical Surveys (CAPS), la Universidad de California Santa Cruz (UCSC) y el Dark Cosmology Centre (DARK) en el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.
El sondeo y las herramientas utilizadas para analizar los datos son precursores críticos del próximo sondeo heredado del espacio y el tiempo del Observatorio Vera C. Rubin, un nuevo telescopio de 8,4 metros que se está construyendo en Chile. El Observatorio Rubin inspeccionará todo el cielo cada tres noches y descubrirá tantos objetos variables y explosivos que será imposible obtener observaciones de seguimiento detalladas. La capacidad de clasificar estos objetos solo a partir de los datos de la encuesta será vital para elegir los más interesantes para que los astrónomos los apunten con otros telescopios.