WASHINGTON (AP) — Un fuerte descenso en la cifra de cruces ilegales a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos, el cual comenzó en enero luego de que el gobierno del presidente Joe Biden anunció medidas más estrictas para controlar la inmigración, continuó en febrero, informó el miércoles el gobierno.
Los datos proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) muestran un panorama de quién está tratando de ingresar a la nación en un momento de intensa controversia política en torno al tema, ya que los republicanos consideran que la inmigración es algo muy relevante para los electores y acusan a Biden y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, de no hacer lo suficiente para proteger la frontera sur.
La Patrulla Fronteriza se topó con migrantes en 128.877 ocasiones mientras intentaban cruzar la frontera en febrero en sitios ubicados entre los cruces legales. Esa cantidad es ligeramente inferior a la que se registró en enero —128.913_, y representa la menor cifra de encuentros mensuales desde febrero de 2021, de acuerdo con la CBP.
El número de encuentros no equivale necesariamente a personas individuales, pues algunos migrantes tratan de cruzar la frontera repetidas veces. La CBP señaló que aproximadamente 25% de los que se detectaron en febrero fueron de personas que ya habían sido detenidas cuando intentaban ingresar al territorio estadounidense en algún momento de los últimos 12 meses.
En comparación, las autoridades estadounidenses realizaron 221.693 detenciones entre los puertos de entrada de la frontera con México en diciembre.
Pero en enero, el gobierno federal anunció una nueva política en la que México recibiría de regreso a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos en virtud de una norma conocida como Título 42, la cual niega a los migrantes el derecho a solicitar asilo con el fin de evitar la propagación del COVID-19. El número de migrantes interceptados procedentes de esos cuatro países se desplomó tras la entrada en vigor de la nueva política, y se mantuvo bajo durante febrero.
Al mismo tiempo que anunció la nueva política, Estados Unidos también aceptó admitir hasta 30.000 personas al mes procedentes de esas cuatro naciones, parte de un proceso llamado permiso humanitario, con la condición de que lo soliciten en internet, ingresen a la nación por vía aérea y hallen un patrocinador económico. De acuerdo con cifras de la CBP, en febrero llegaron al país 22.755 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos bajo ese proceso. El permiso humanitario es distinto a otras vías migratorias en gran parte porque es temporal —a menudo dura un año o dos_, y no brinda ninguna vía para vivir en Estados Unidos a largo plazo.
El gobierno también ha propuesto denegar el asilo de forma general a cualquier persona que viaje a través de otro país de camino a territorio estadounidense sin solicitar protección allí, es decir, a todos los no mexicanos que se presenten en la frontera sur de Estados Unidos. Esta propuesta, que ha recibido duras críticas de los defensores de los derechos de los inmigrantes, se encuentra actualmente en un periodo de 30 días para que el público emita sus comentarios antes de que entre en vigor cuando el Título 42 expire en mayo.
De acuerdo con el reporte de la CBP, las incautaciones de drogas también subieron 6% en febrero en comparación con enero. En particular, las incautaciones de fentanilo aumentaron 58%.
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Santana está en Twitter como: @ruskygal.