MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El dirigente de 52 años no tenía rival en esta reelección para un cargo que ostenta desde que lo asumiese en 2016 en sustitución de Joseph Blatter, suspendido por corrupción. Los estatutos del ente rector del fútbol consideran que el periodo entre ese año y el 2019 no le correspondía y que su primera elección oficial fue hace cuatro años, por lo que esta es la primera vez que renueva un mandato, lo que le permitirá volver a presentarse en 2027.
"Permítanme simplemente darles las gracias a todos. Los que me queréis sois muchos y pocos los que me odiáis, pero os quiero a todos. Ser presidente de la FIFA es un gran honor y un privilegio, pero también una gran responsabilidad. Pueden seguir confiando en mi compromiso", afirmó el mandatario, que apenas tenía una oposición salvo la de las federaciones alemana, noruega y sueca, tras ser reelegido.
