LA HABANA (AP) — Un año y medio después de que el gobierno cubano autorizó la creación de pequeñas y medianas empresas, que habían estado prohibidas por más de cinco décadas, se han inscrito más de 6.500 que generaron 170.000 empleos.
Un estudio publicado por el portal oficial Cubadebate el viernes hizo un balance de lo que se conoce en la isla como los “nuevos actores económicos” y que incluye a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a las cooperativas no agropecuarias, que fueron autorizadas a operar en septiembre de 2021 en el marco de una apertura a la iniciativa privada.
Según la página oficial desde entonces y hasta el cierre de enero se autorizaron 6.643 pymes, 64 cooperativas no agropecuarias y 1.080 proyectos de desarrollo local, que son iniciativas para producir bienes y servicios de manera particular y que por lo general nuclean a vecinos y artesanos de una zona a los cuales también se legalizó.
Algunos expertos remarcaron que, pese a la importancia de la apertura, aún faltan sectores clave que no han sido incorporados como los profesionales -ingenieros, arquitectos, abogados- a los cuales no se les permite ejercer de manera independiente del Estado ni abrir bufetes, consultorías o estudios propios o formar cooperativas.
Cuando se realizó el anuncio de la apertura hace un año y medio atrás, el gobierno no informó cuántas de estas empresas esperaban autorizar.
Los pequeños talleres, tiendas y comercios privados fueron estatizados en 1968 pasado mientras la revolución cubana asentaba su modelo fuertemente centralizado bajo la influencia de su poderosa aliada de entonces, la Unión Soviética. Actualmente la empresa estatal socialista sigue siendo la base de la economía de la isla y las autoridades dijeron recientemente que no modificarán ese esquema.
En la década de 1990 Cuba tuvo una muy incipiente apertura debido a una crisis económica y permitió el trabajo por cuenta propia de forma muy limitada –taxistas, casas de alojamiento o restaurantes--. Con la mejora financiera posterior los permisos volvieron a limitarse.
Sin embargo, durante el gobierno del expresidente Raúl Castro se retomaron los permisos y se amplió la iniciativa privada desde la autorización para la compra y venta de bienes raíces y la entrega de tierras ociosas en usufructo a una ampliación del trabajo independiente a otros rubros.
Pero no fue hasta septiembre de 2021 que se dio luz verde a las pymes que ahora tienen un estatus legal que les permite importar y exportar y tener hasta 100 empleados, entre otros permisos. El Estado mantiene reservadas para sí actividades como la educación, la salud o la defensa.
La apertura de las pymes se produjo en medio de una fuerte crisis causada por la pandemia de COVID-19 -que afectó sectores clave como el turismo-, las sanciones económicas de Estados Unidos y un aumento de la emigración, especialmente el año pasado.
Según el reporte del viernes las áreas con más cantidad de pymes son La Habana -con el 40%-, Granma al oriente y Villa Clara en el centro; mientras los sectores más representados son la producción y comercialización de alimentos así como los talleres de materiales de construcción, calzado, jabones y perfumes. A su vez, unas 3.000 personas prestan servicios como programadores o transportistas.
De las más de 6.500 pymes sólo 42 exportan su producción.
——— Andrea Rodríguez está en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP