QUETTA, Pakistán (AP) — Familiares y amigos asistieron el viernes al entierro de una jugadora de hockey hierba paquistaní que murió en el naufragio de un barco con migrantes ante la costa de Italia el mes pasado, un deceso que conmocionó a la empobrecida nación islámica.
La embarcación en la que viajaban Shahida Raza y otras 170 personas más zarpó del puerto de Izmir, en Turquía, el mes pasado. A bordo iban pasajeros de Afganistán, Pakistán e Irán, entre otros países, que buscaban una mejor calidad de vida en Europa. Con mala mar, el barco se partió ante la costa de Calabria y en el incidente perdieron la vida Raza y al menos 66 personas más.
El funeral y entierro de Raza se celebró en Quetta, la capital de la provincia suroccidental de Baluchistán, un día después de la repatriación del cadáver desde Italia con ayuda del Ministerio de Exteriores del país.
Según la familia, Raza intentó emigrar a Europa para encontrar un buen trabajo y ganar dinero para costear el tratamiento de su hijo discapacitado, de 3 años, y que pudiese llevar una vida normal. El menor, que no viajaba con la deportista, sufrió una lesión cerebral cuando era bebé y tiene parte del cuerpo paralizado.
“Dio su vida por su hijo enfermo”, dijo la hermana menor de la deportista, Sadia Raza.
Las cadenas de televisión y las redes sociales se han llenado con fotografías de Raza luciendo los colores nacionales y con sus éxitos deportivos. Pero la mayoría de la población la conoció después de su muerte, ya que el deporte femenino apenas se emite por televisión en Pakistán.
