MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Durante los últimos meses de 2022, las tropas rusas intensificaron su ofensiva sobre este tipo de instalaciones, lo que hizo sonar las alarmas en Ucrania ante la posibilidad de tener que enfrentar un duro inverno sin las condiciones energéticas idóneas. Sin embargo, Kiev asegura ahora haber vencido en esta batalla, recoge Ukrinform.
"Esto es gracias a nuestras empresas de energía, a las Fuerzas Armadas y a las fuerzas de defensa aérea, así como gracias al trabajo coordinado de todos los ministerios y departamentos", ha aseverado Skibitski, quien cree que Rusia centrará ahora sus ataques sobre "instalaciones militares, puntos de concentración de tropas o sobre el sistema logístico".
Sin embargo, el alto funcionario ucraniano ha incidido en que esto no significa que Rusia abandone por completo las ofensivas sobre infraestructura energética, pues las refinerías de petróleo, el complejo industrial o las instalaciones hidrotécnicas y de tratamiento de agua seguirán seguramente siendo objetivo ruso.
Los ataques de las Fuerzas Armadas rusas sobre instalaciones eléctricas, de abastecimiento de agua o calefacción han sido recurrentes en los últimos meses, en los que numerosas ciudades ucranianas han lidiado con temperaturas bajo cero y noches a oscuras. Entre las continuas ayudas armamentísticas y económicas concedidas por los aliados ucranianos también se han incluido generadores eléctricos.