PANAMÁ (AP) — El tránsito de menores de edad por la inhóspita selva de la provincia panameña del Darién, en la frontera con Colombia, creció durante los dos primeros meses del 2023 respecto a igual periodo del 2022, en una señal de que ese fenómeno podría intensificarse este año, advirtieron organismos de derechos humanos y que trabajan con la infancia.
En enero y febrero cruzaron por el Darién 9.683 menores de edad, siete veces más que en los dos primeros meses del 2022, durante el cual se registró un récord histórico con el tránsito de 40.438 niños y adolescentes, 1.119 de ellos no acompañados, según estadísticas oficiales recogidas en un informe sobre la situación de los derechos humanos de los niños que cruzan solos o acompañados la peligrosa frontera colombo-panameña con rumbo a Norteamérica.
Al presentar el miércoles ante la prensa las conclusiones del informe, la Defensoría del Pueblo de Panamá y dos organismos de Naciones Unidas expusieron que esa ruta se está consolidado y que no se prevé que paren los casos de tránsito irregular a corto plazo.
“Año a año se superan las cifras de personas migrantes en tránsito por Panamá y la tendencia de los primeros meses de 2023 indican un crecimiento sin precedentes”, señaló Alberto Brunori, representante de la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que, junto a Unicef, tomó parte del informe.
Brunori instó a reforzar las medidas que, según él, implementan Panamá y agencias de Naciones Unidas para proteger integralmente a los niños que se desplazan a través de las fronteras del país centroamericano.
El año pasado casi un cuarto de millón de migrantes cruzaron el Darién, en lo que representó el mayor flujo registrado en esa ruta hasta ahora y que fue dominado por los venezolanos, ecuatorianos y haitianos.