MOSCÚ (AP) — Un alto funcionario de seguridad ruso advirtió el jueves sobre la creciente amenaza de una guerra nuclear y criticó a un ministro alemán por amenazar con arrestar al presidente ruso Vladimir Putin, diciendo que tal acción equivaldría a una declaración de guerra y desencadenaría un ataque ruso contra Alemania.
Dmitry Medvedev, subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia presidido por Putin, dijo a periodistas por video que las relaciones de Rusia con Occidente han tocado un fondo sin precedentes.
Cuando se le preguntó si la amenaza de un conflicto nuclear se ha aliviado, Medvedev respondió: “No, no ha disminuido, ha crecido. Cada día, cuando proporcionan a Ucrania armas extranjeras, se acerca el apocalipsis nuclear”.
En otras ocasiones, Medvedev ha criticado igual de fuerte a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN por lo que describe como esfuerzos para dividir y destruir a Rusia. Ha sido una metamorfosis drástica para el político de aspecto amable, que una vez fue aclamado por Occidente como una esperanza liberal.
Medvedev, de 57 años, dijo el jueves que la decisión de la Corte Penal Internacional de emitir una orden de arresto contra Putin por cargos de supuesta participación en los secuestros de miles de niños de Ucrania era legalmente nula y sin efecto. Señaló que la medida se sumó a un “potencial negativo colosal” en los lazos ya amargamente tensos entre Rusia y Occidente.
“Nuestras relaciones con Occidente son las peores en la historia”, dijo.
Además, criticó específicamente al ministro de Justicia alemán, Marco Buschmann, quien dijo la semana pasada que Putin sería arrestado por orden de la CPI si visita Alemania.
“Imaginemos... el líder de una potencia nuclear visita el territorio de Alemania y es arrestado”, dijo Medvedev, y agregó que equivaldría a una declaración de guerra contra Rusia. “En este caso, nuestros activos volarán para golpear el Bundestag, la oficina del canciller, etc.”.
También cuestionó la soberanía de Ucrania: “Hablando honestamente, Ucrania es parte de Rusia”, dijo. “Pero debido a razones geopolíticas y al curso de la historia, toleramos que viviéramos en barrios separados y nos vimos obligados a reconocer esas fronteras inventadas durante mucho tiempo”.
Medvedev, de voz suave y modales afables, que se desempeñó como presidente de Rusia de 2008 a 2012 cuando los límites de mandato obligaron a Putin a cambiar al puesto de primer ministro, era visto por Occidente como más liberal que su mentor. Muchos en Occidente esperaban que él ganara un segundo mandato y suavizara aún más las políticas del Kremlin, pero renunció para permitir que Putin recuperara la presidencia.