MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Al menos 14 personas han muerto y miles se han visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de las primeras lluvias torrenciales de la temporada del Gu que han comenzado a azotar estados del norte, centro y sur de Somalia durante los últimos días, según las estimaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés).
La zona más afectada, que ha registrado todos los fallecimientos declarados por la ONU, ha sido el municipio de Bardera, en la región meridional de Gedo, escenario de súbitas inundaciones desde el 12 de marzo en lo que expertos de Naciones Unidas consideran como un "inicio temprano" de una temporada de lluvias que habitualmente comienza en abril y dura hasta el mes de junio.
La situación también es grave en el estado de Galmudug, en el centro del país. Desde el pasado miércoles, las fuertes lluvias han provocado inundaciones y cortes eléctricos en las localidades de Cadaado y la capital estatal, Dusmareb. El desbordamiento de una cuenca a las afueras de esta última ciudad ha anegado los barrios periféricos de Waher Ade y Dayah, ahora mismo inaccesibles.
Naciones Unidas recuerda el impacto especialmente grave que comportan estas inundaciones entre los casi tres millones de desplazados internos que malviven hacinados en campamentos distribuidos por todo el país, dos terceras partes de ellos en la región centro-sur, y se encuentran particularmente expuestos a las enfermedades derivadas de la contaminación del agua y el daño a las infraestructuras de depuración provocadas por las inundaciones.
Por ejemplo, la ONU recuerda que al menos 105 personas han recibido atención médica desde principios de febrero en la localidad de El Barde, en la región suroeste de Bakook, por posibles casos de cólera u otras enfermedades diarreicas.
Cabe recordar también que estas lluvias se insertan dentro del clima extremo de Somalia, donde coexisten las fuertes precipitaciones con los meses de sequía. Estimaciones para este año de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), pronostican una probabilidad del 50 por ciento de precipitaciones por debajo de lo normal en la mayor parte de Somalia.
El Gu, en su versión más moderada, es una temporada de lluvias imprescindible para los agricultores y los ganaderos somalíes al suponer el principal medio de reposición de cosechas y pastos de cara a los meses de sequía pero, según los expertos de la ONU, todo apunta a que el país volverá a padecer su sexta temporada consecutiva de lluvias por debajo del promedio, un fenómeno sin precedentes desde el inicio de los estudios al respecto e incluso a pesar de las precipitaciones de los últimos días.