MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La canaria llegó al Ministerio de Sanidad, el 26 de enero de 2021, en sustitución de Salvador Illa, quien dejó el cargo para liderar la candidatura del PSC en las elecciones catalanas del 14 de febrero de ese mismo año, y en plena tercera ola de contagios.
Durante este tiempo, y tal y como ha presumido en multitud de ocasiones Darias, se ha logrado administrar, al menos, la primera dosis del coronavirus a la mayoría de la población española, reduciéndose así sustancialmente los contagios de coronavirus, las hospitalizaciones y las muertes.
De hecho, ha sido tal la mejora de la situación que el Gobierno, a propuesta de la ministra de Sanidad y "tal y como lo han recomendado los expertos", decidió eliminar la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios interiores en abril de 2022, y, desde el pasado 8 de febrero, en los medios de transporte.
No obstante, Darias abandona el Ministerio y se sigue obligando a usar las mascarillas en los establecimientos y servicios sanitarios y para trabajadores y visitantes de los centros sociosanitarios. Una medida que, por ahora, no se vislumbra que llegue a su fin.
Pero, más allá del coronavirus, durante su mandato al frente del Ministerio de Sanidad se han aprobado, en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), otras medidas como, por ejemplo, el Plan de Atención de Salud Mental 2022-2024, una partida de 172 millones de euros para la Atención Primaria, el Plan de Salud Bucodental del Sistema Nacional de Salud o la ley por la que se crea la Agencia de Salud Pública.
Al mismo tiempo, otra de las iniciativas que Darias ha destacado durante estos años es el incremento de plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) las cuales, tal y como ha insistido, han aumentado en 2023 un cinco por ciento respecto al pasado año (545 plazas más) y un 39 por ciento más respecto a hace cinco años.
No obstante, Darias abandona el cargo en un momento en el que se están produciendo manifestaciones y huelgas en distintas partes de España por parte de los profesionales sanitarios tanto de Atención Primaria como de los hospitales por las condiciones en las que trabajan y en las que atienden a los pacientes.