MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha recabado 80 testimonios que dan cuenta del impacto físico, psicológico y económico de estos abusos, poniendo de manifiesto que "generaciones enteras de familias han vivido con el duelo de no saber qué había sido de sus parejas, padres, hijos o hermanos", según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos Volker Turk.
"Las víctimas tienen derecho a la verdad y a la justicia, a indemnizaciones y a garantías de que no se volverá repetir. Aunque se trata de casos que ocurrieron hace décadas, se debería hacer todo lo posible para buscar la rendición de cuentas y la transparencia", ha reclamado. Hay casos en el estudio que se remontan a 1950.
Una de las mujeres entrevistadas afirma que su marido desapareció en 1972, después de salir a pescar, y lamenta que su desaparición supuso también el fin del sustento económico. "No teníamos suficiente dinero para comer", explica, al dar cuenta de un caso con el que la ONU quiere poner de manifiesto el riesgo asociado de pobreza o discriminación.
A algunos desaparecidos se le pierde la pista tras ser enviados a campos de detención, donde pueden ser sometidos a torturas o incluso ser ejecutados sin unas mínimas garantías. Un hombre explica que su mujer y su hijo terminaron en dos campos diferente y que, en el caso de este último, que era menor de edad, sigue sin saber dónde esta pese a que su teórica condena expiró ya hace cuatro años.
Para la mayoría, la falta de información es uno de los principales lastres en este proceso. "Estaría bien que al menos supiera si mi marido pasa hambre o come bien, aunque sea la mínima noticia. Enterarme de algo me reconfortaría, pero no sé nada", lamenta otra de las personas entrevistadas.
LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN
Turk ha aprovechado estas "historias enormemente trágicas" para llamar a la acción frente a un práctica, la desaparición forzada, que es "una profunda violación de muchos derechos". En primer lugar, ha reclamado al régimen de Kim Jong Un que "reconozca" este tipo de abusos, tome medidas para resolverlos y ayude a las víctimas.
"Es momento de que se aleje del aislamiento y trabaje con la ONU para encontrar soluciones a temas de Derechos Humanos", ha dicho Turk.
El llamamiento se extiende también a la comunidad internacional, para que colabore en la investigación de delitos e incluso favorezca el procesamiento de sus responsables, teniendo en cuenta entre otras cosas los principios de justicia universal.