Ante el lanzamiento de su última novela, este 29 de marzo, considera que la novela negra goza de "una estupenda salud"
VENECIA, 29 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Martínez)
Venecia es el escenario elegido por Eva García Sáenz de Urturi para continuar la saga protagonizada por Unai López de Ayala, el conocido inspector Kraken por todos sus lectores, una ciudad que refleja la pasión de la escritora por el arte, las leyendas y el misterio. "Tengo la mejor profesión del mundo", afirma la ganadora del Premio Planeta en 2020.
"Mi vida ha cambiado mucho desde que estaba en la Universidad. Tengo la mejor profesión del mundo, para mi personalidad y mi carácter, y estoy a gusto. Ya llevo nueve novelas y tengo claro que tienen que ser de un tema que, a largo plazo, me apasione, con mis pasiones de toda la vida, que han sido siempre la pintura, el arte, los libros, la bibliofilia", asegura la autora en un encuentro con los medios en la ciudad de Venecia, con motivo del lanzamiento de su nueva novela, este 29 de marzo.
En este punto, puntualiza que el oficio de escritor se compone de "una parte introspectiva" que consiste en estar "encerrada en el despacho, documentando, planificando, escribiendo borradores y haciendo las sucesivas revisiones", a la que sigue "una parte muy sociable que es la de la promoción".
"Me gustan las dos fases y he aprendido a disfrutar de las dos e integrarlas en mi vida. Lo que me gusta es el hecho de que disfruto escribiendo y cuando termino de escribir, me gusta el cosquilleo de ese día pensando: '¿qué es lo próximo?'. Y me gusta que sea así sea. Me gusta que me apetezca escribir la décima novela", augura, sin desvelar ninguna trama futura al respecto.
En cualquier caso, se muestra convencida de que este género "tiene una estupenda salud" y "va a seguir muchos años porque ha ido cogiendo muchos adeptos". "Yo misma me sorprendo: me vienen chavales y lectores de 90. La novela policiaca es una lectura adictiva, en la que te estás preguntando todo el rato; en otro género cuentas una historia que el lector recibe pasivamente pero esta es una lectura activa y por eso tiene tanto éxito", argumenta.
"El thriller culto, el que tiene que ver con el arte, con la bibliofilia, es el que me atrae y me gusta que mis lectores aprendan. Porque en mis novelas hay mucho didactismo", destaca. Precisamente, sobre su última novela, la autora indica que aúna "sus dos pasiones: el arte y la bibliofilia". En este sentido, recuerda con cariño las 'Rimas y leyendas', de Gustavo Adolfo Bécquer así como un libro de su padre que siempre "huele" a él y al cuero de su biblioteca. "Mi padre era un coleccionista de libros", rememora.
"Cuando sabes que tienes por delante tres años de trabajo para escribir una novela, hay que elegir un tema que apasione, porque más allá de los primeros meses de la idea y de la chispa creativa, luego todo eso baja de intensidad y se convierte en trabajo. No en rutina, pero sí en fuerza de voluntad para entrar todos los días en el despacho y sacar adelante un capítulo", precisa.
"La motivación sirve para que empezar una novela, pero luego es el hábito, la fuerza de voluntad, lo que sirve para que la acabes. Sé que tengo que elegir a largo plazo algo que me mantenga enamorada del tema de la novela pero no sólo motivada: si a mí me apasiona el tema, mi trabajo es que al lector también le fascine y le guste", prosigue.
La autora también reconoce su pasión por "los crímenes pseudoimposibles". "Me gusta jugar a lo Agatha Christie", apostilla, sin olvidar la importancia de la parte psicológica de la perfilación. A lo largo del relato, se entremezclan además leyendas reales o inventadas, como la 'vendetta traversa' o las Egerias. "Me gusta que los lectores no adivinen lo que es real y ficción. Siempre hay un punto que te tienes que separar de lo que sucedió y si alguien no lo distingue es bonito. Lo importante de la novela es la coherencia", enfatiza.
El universo del inspector Kraken vio la luz en 2016 con la trilogía 'El silencio de la ciudad blanca', 'Los ritos del agua' y 'Los señores del tiempo', y continuó el año pasado con 'El libro negro de las horas', la novela más vendida en castellano en 2022.
EL INCENDIO DE NOTRE DAME, "CHISPAZO DE INSPIRACIÓN"
El punto de inicio de la última novela es el incendio en un palazzo de la isla de Venecia. García Sáenz reconoce el paralelismo entre este hecho y el incendio de Notre Dame, en 2019 en París. "Me impactó mucho en su momento, la parte emocional de vieja dama que se quema. Me tocó mucho que ardiese algo medieval y verlo en las pantallas de los móviles: era como una máquina del tiempo y cuando empecé a escribir lo tuve muy claro, fue un chispazo digamos de inspiración", reconoce.
Así, 'El ángel de la ciudad' recorre los principales escenarios que han inspirado a Sáenz de Urturi a recrear una historia en la que no puede faltar Kraken, así como su madre, Ítaca Expósito (o Jimena Garay), que se convirtió en "la favorita de los lectores en la anterior novela" y cuya relación vertebra la historia.
"El reto era crear empatía porque ya es alguien adulto que no deja de ser una delincuente, se va dando cuenta de que sus acciones tienen consecuencias reales en las personas que la rodean. Este libro es una historia de un intento de redención pero el entorno no le deja. El 'lo dejo cuando quiero' no es cierto", explica.
La inspectora Mencía Madariaga o el malvado Calibán, entre otros, también vuelven a aparecer en la trama para deleite de los seguidores de una saga ambientada en sus inicios en Vitoria, convertida en "personaje" que repite para la ocasión y que guarda con Venencia bastantes similitudes.
"Venecia en sí es ya una auténtica obra de arte al aire libre, con muchos escenarios. Pero también existe una parte veneciana de leyendas y tradiciones orales, presente en toda la serie de Kraken. Cuando comencé con 'El silencio de la ciudad blanca', que hablaba mucho de las leyendas vascas vitorianas y alavesas, me pareció un contraste muy bonito", rememora.
Respecto a la elección de Venecia, de la que destaca su "contraste entre la opulencia y la decadencia", define a la ciudad de "dama anciana y bella pero aristocrática". "Cada ciudad tiene una energía particular, esto no es Nueva York. Cuando escribes una novela lo importante es el tono emocional, no quiero que sea solo thriller. Si las novelas de Kraken tienen tanto éxito es por las conexiones de los personajes", asevera.
En la ciudad italiana se encuentran escenarios esenciales de la novela como el Museo Guggenheim, la escultura de 'El ángel de la ciudad' de Marino Marini que da título al libro, la casa donde vive la madre de Kraken, el vínculo trágico entre 'El Angelus' de Millet y Salvador Dalí o la mítica Librería Acqua Alta.
La autora tampoco olvida el papel del puente del Rialto y su leyenda del diablo, la constante dualidad ángel-demonio o la figura del ángel, "uno de esos personajes que crecen en la novela, que va a ser un secundario, terciario y acaba siendo el que le da un poco el tono a todo el libro". "En una novela negra siempre tiene que haber un villano. Me gustó jugar con la figura del ángel y que fuera la figura que protege a Kraken y a Mencía", explica.
A la hora de recrear este universo, la autora subraya el papel de los libreros que le han ayudado a escribir este libro. "Pero no podemos olvidar los problemas reales de la Venecia de los venecianos: en 2045 nacerá el ultimo veneciano y quedan menos de 50.000 personas viviendo aquí, según el censo de una farmacia de la ciudad. Los venecianos dependen del turismo pero no pueden vivir en Venecia. Y para los que heredan los palazzos, es muy caro mantenerlos. Y luego está la otra Venecia, que es un escenario de película", concluye.