TRURO, Canadá (AP) — Una investigación pública encontró fallas generalizadas en la forma en que la policía federal de Canadá respondió al peor tiroteo masivo del país y recomendó que el gobierno reconsidere el papel de la Real Policía Montada en la vigilancia del país.
En un informe de siete volúmenes publicado el jueves, la Comisión de Víctimas en Masa también dice que la Real Policía Montada pasó por alto las señales de alerta en los años previos la masacre de Nueva Escocia, cuando un atacante disfrazado de policía conduciendo una réplica de un vehículo policial mató a 22 personas el 18 y 19 de abril de 2020.
El agresor, Gabriel Wortman, fue abatido por dos policías montados en una gasolinera en Enfield, Nueva Escocia, 13 horas después del ataque. Wortman disparó a personas en sus casas y provocó incendios.
El primer ministro Justin Trudeau asistió a la publicación del informe en Nueva Escocia y dijo que su gobierno lo examinaría de cerca. “No hay duda de que debe haber cambios y los habrá”, dijo Trudeau.
Entre otras cosas, la comisión dice que la policía nacional está muy desorganizada. Al revisar las 5.000 páginas de políticas y procedimientos de la Real Policía Montada, se determinó que sus elementos no tenían claro las respuestas adecuadas a los incidentes críticos y la comunicación con el público.
El informe profundiza en las causas del tiroteo masivo. Estos incluyen la violencia del asesino hacia su cónyuge y el hecho de que la policía no actuó en consecuencia, y los “sesgos implícitos” que parecían cegar a los oficiales y miembros de la comunidad sobre el peligro que representaba un hombre blanco profesionista.
En respuesta, los comisionados piden una Real Policía Montada futura en la que se elimine el modelo actual de capacitación de 26 semanas, ya que ya no es suficiente para las complejas demandas de la vigilancia. La academia sería reemplazada por un modelo de educación basado en títulos de tres años, como existe en Finlandia.
“Se ignoraron importantes fuentes de información de la comunidad”, dice el informe, el cual agrega que la policía no envió rápidamente alertas al público con una descripción del asesino hasta que fue demasiado tarde para algunas de sus víctimas.
Los tiroteos masivos son relativamente inusuales en Canadá. El país revisó sus leyes de control de armas después de que el pistolero Marc Lepine matara a 14 mujeres y luego se suicidara en la universidad Ecole Polytechnique de Montreal en 1989. Antes de Nueva Escocia, ese había sido el peor tiroteo del país.