ROMA, 30 (EUROPA PRESS)
El religioso alemán, director del Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana, uno de los mayores expertos en la lucha contra los abusos en la Iglesia, ha justificado su renuncia --que fue aceptada el pasado 14 de marzo-- por la "falta claridad sobre el proceso de selección de los miembros y del personal, sobre sus respectivas funciones y responsabilidades".
Al mismo tiempo, ha afirmado que otra área de preocupación es la responsabilidad financiera y la rendición de cuentas, que cree que es "inadecuada". "Es crucial que la Comisión muestre claramente el uso de los fondos en su trabajo", ha reclamado.
Del mismo modo, ha mostrado su preocupación al no conocer "ninguna norma que regule la relación entre la Comisión y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, desde que la Comisión se incorporó al Dicasterio el pasado junio". "Debido a estos problemas estructurales y prácticos, he decidido desvincularme de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores", ha matizado.
Zollner se explica de esta manera después de que este jueves, el cardenal Seán O'Malley, presidente de la Comisión, publicara un comunicado en el que señalaba que el sacerdote "ha tomado esta decisión tras reflexionar sobre su reciente nombramiento como consultor para la Oficina para la Protección de Menores y Personas Vulnerables de la Diócesis de Roma --anunciado el pasado 4 de marzo como un paso necesario tras la reciente constitución apostólica 'In Ecclesiarum Communione'-- y, en vista de ello y de sus otras responsabilidades, ha pedido ser excusado de su puesto en la Comisión".
En el mismo comunicado, se recoge que el Papa "ha aceptado su petición agradeciéndole profundamente sus muchos años de servicio". Y es que junto al cardenal O'Malley, el arzobispo Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu (ambos desde Doctrina de la Fe), Zollner ha sido uno de los colaboradores más cercanos de Francisco para acabar con esta lacra.