NUEVA YORK (AP) — Más de siete años después de las elecciones de 2016, los republicanos todavía están tratando de descubrir cómo competir contra el expresidente Donald Trump, quien enfrenta varias investigaciones judiciales.
Su estilo desenfrenado y transgresor llevó a Trump de los reality shows a la Casa Blanca, transformando al Partido Republicano a su imagen en el camino. Pero su estilo ha confundido a quienes intentan competir contra él.
En 2016, algunos trataron de ignorarlo, como el exgobernador de Florida Jeb Bush, quien trató al célebre empresario como un espectáculo secundario. Otros intentaron enlodarlo, como el senador de Florida Marco Rubio, quien intercambió insultos con Trump burlándose de su cabello y del tamaño de sus manos.
Ninguna estrategia funcionó.
“Creo que la mayoría de los políticos no están acostumbrados a jugar de una manera tan pugilística como Trump y no son tan buenos en eso”, dijo Jason Roe, un estratega político republicano.
A medida que el campo 2024 toma forma, los aspirantes tratan de demostrar que el partido debe dejar atrás a Trump sin alienar a la base del exmandatario.
Trump todavía es considerado el favorito del Partido Republicano a pesar de enfrentar una acusación penal, ser objeto de varias otras investigaciones, difundir afirmaciones falsas sobre su derrota en las elecciones de 2020 e incitar la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, entre otras cosas.
La mayoría de los rivales de Trump o aquellos que tienen la vista puesta en la campaña 2024 han evitado en gran medida hablar de esos escándalos y, en cambio, han optado por críticas más encubiertas. Incluso la mayoría de sus rivales republicanos han repetido las aseveraciones de Trump de que la mayoría de las acusaciones en su contra tienen fines políticos.
Una excepción notable es el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, quien ha criticado a Trump en los últimos meses y el domingo anunció en una entrevista en “This Week” de ABC que se postulará para presidente. Hutchinson dijo que Trump debería retirarse y concentrarse en sus problemas legales.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, de quien se espera que anuncie una campaña y es visto como el principal rival de Trump, acusa a los fiscales de estirar la ley para apuntar a un oponente.
La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien lanzó su campaña en febrero, y el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, quien está considerando una candidatura presidencial, evitaron criticar a Trump por su nombre en discursos el mes pasado, pero señalaron que el Partido Republicano ha perdido varias elecciones en los últimos años.
Mike Pence, vicepresidente con Trump y que ahora está considerando su propia campaña presidencial, ha hecho críticas limitadas hacia él. ___ Stephen Groves en Washington contribuyó a este despacho.