MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha recalcado este miércoles que su Gobierno "actúa para mantener el 'statu quo'" y "rebajar las tensiones" en la Explanada de las Mezquitas, tras los incidentes violentos registrados durante la madrugada después de que agentes israelíes irrumpieran en la mezquita de Al Aqsa, sucesos que se han saldado con varios heridos y más de 300 detenidos.
"Israel está comprometido a mantener la libertad de culto, el acceso libre a fieles de todas las religiones y el 'statu quo' en el Monte del Templo --como es conocida por los judíos la Explanada de las Mezquitas-- y no permitirá que extremistas violentos cambien esto", ha sostenido en una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
"Los fieles musulmanes en la mezquita de Al Aqsa han indicado que musulmanes extremistas que se atrincheraron en la mezquita les mantuvieron retenidos y evitaron que otros musulmanes entraran en la mezquita a rezar", ha dicho, antes de agregar que estas personas "tenían armas, piedras y fuegos artificiales.
Así, ha subrayado que "después de que fracasaran los intentos de las autoridades para negociar con ellos y de que los extremistas se negaran a permitir la entrada a fieles musulmanes en la mezquita e incluso amenazaran con bloquear los rezos del mediodía de hoy, las fuerzas de seguridad tuvieron que actuar para restaurar el orden".
Poco antes, el portavoz del Ejército israelí Daniel Hagari ha señalado que la irrupción de agentes en la mezquita tuvo lugar tras un "intento de negociación" para que un grupo de personas que se había "atrincherado" en el interior pusiera fin a sus acciones y evacuara las instalaciones, en medio de las críticas palestinas e internacionales a las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes en el interior de la mezquita de Al Aqsa.
La Explanada de las Mezquitas es el corazón religioso de Jerusalén Este y descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón judío. El 'statu quo' en la zona impide a los judíos rezar en el lugar y autoriza únicamente que visiten el lugar en horarios predeterminados y que lo recorran a través de una ruta fijada, acompañados por policías que deben vigilar que los fieles no recen o que introduzcan banderas israelíes u objetos religiosos.
Israel se hizo con el control de la Explanada de las Mezquitas y el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967). Sin embargo, permitió que Jordania siguiera manteniendo la autoridad religiosa en el lugar y, según el acuerdo de paz, reconoció el "papel especial" de Jordania sobre "los lugares santos musulmanes en Jerusalén".