JALALABAD, Afganistán (AP) — Dos eruditos religiosos afganos criticaron el sábado la prohibición de la educación femenina, a que un ministro talibán clave respondió a los clérigos advirtiéndoles que no se rebelen contra el gobierno por el tema controversial.
Las mujeres no pueden ir a la escuela más allá del sexto grado de primaria en Afganistán, con lo que la prohibición de educación de los talibanes se extiende a escuelas secundarias y universidades. Las mujeres tienen prohibido el acceso a los espacios públicos, incluidos los parques, y a la mayoría de las formas de empleo. La semana pasada, a las mujeres afganas se les prohibió trabajar en la ONU, según denunció el organismo mundial, aunque los talibanes aún no han hecho un anuncio público.
Las autoridades afganas han presentado las restricciones educativas como suspensiones temporales en lugar de prohibiciones definitivas, pero las universidades y otras escuelas reabrieron en marzo sin alumnas.
Las prohibiciones han provocado un feroz alboroto internacional, aumentando el aislamiento del país en momentos en que su economía se derrumba, agravando una crisis humanitaria.
Los eruditos religiosos, muy conocidos en Afganistán, dijeron el sábado que las autoridades deberían reconsiderar su decisión. La oposición pública a las políticas de los talibanes es rara, aunque algunos líderes talibanes han expresado su desacuerdo con el proceso de la toma de decisiones.
Un académico, Abdul Rahman Abid, dijo que se debería permitir que las instituciones readmitieran a niñas y mujeres mediante clases separadas, contratando maestras, horarios escalonados e incluso construyendo instalaciones nuevas.
El académico subrayó a The Associated Press que el conocimiento es obligatorio en el Islam para hombres y mujeres y que el Islam permite que las mujeres estudien.
“Mi hija falta a la escuela y siento vergüenza. No tengo respuestas para mi hija”, afirmó. “Mi hija pregunta por qué a las niñas no se les permite aprender en el sistema islámico. No tengo respuesta para ella”.
Opinó que se necesita una reforma y advirtió que cualquier retraso es a expensas de la comunidad islámica global, además de que también debilita al gobierno afgano.
Otro académico, que es miembro de los talibanes, dijo a la AP que todavía hay tiempo para que los ministerios resuelvan el problema de la educación de las mujeres. Toryali Himat citó ministerios que comprenden el círculo interno del líder supremo, Hibatullah Akhundzada, que tiene su sede en Kandahar.
Fue por orden suya que el gobierno prohibió a las alumnas asistir a las aulas. Himat opinó que hay dos tipos de críticas: una que destruye el sistema y otra que hace críticas correctivas.
“El Islam ha permitido que tanto hombres como mujeres aprendan, pero se debe considerar el hiyab y el plan de estudios”, agregó Himat. “Se debe dar una crítica correctiva y el emirato islámico debe pensar en esto”, añadió.
“Donde no hay crítica, existe la posibilidad de corrupción. Mi opinión personal es que las mujeres deberían recibir educación hasta el nivel universitario”, recalcó.