MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La ONG Save the Children ha alertado esta semana del impacto provocado por las lluvias torrenciales sobre las comunidades rurales de Etiopía y Somalia, donde las súbitas inundaciones han dejado al menos 50 muertos y más de 21.000 familias desplazadas, así como 21.000 hectáreas de cultivos destruidas en tres semanas en un momento en que ambos países intentan recomponerse después de tres años de sequías.
Save the Children entiende que este clima tan extremo "demuestra la vulnerabilidad de los países del Cuerno de África ante la situación de emergencia climática" que atraviesa el planeta. La sequía en Somalia y Etiopía ha dejado 25 millones de hambrientos, entre ellos 2,5 millones de niños. Un total aproximado de 345 millones de personas en todo el mundo padecerán inseguridad alimentaria este año, más del doble que en 2020.
Los efectos de la sequía han multiplicado el devastador efecto de las lluvias torrenciales, que han caído sobre un suelo tan seco que ha sido incapaz de absorber el agua. Los ríos se han desbordado y los cultivos no han podido crecer.
"Es una tragedia encima de otra", lamenta el portavoz regional de Save the Children, Malama Mwila. "Estas familias llevaban tres años esperando la lluvia, y cuando llega acaba llevándose por delante los pocos cultivos que les quedaban", añade.
"Y aquí vemos una vez más", remacha, "el vínculo que existe entre el hambre y la crisis climática, y cómo las comunidades más pobres, y sus niños en particular, se llevan la peor parte de ambas".