MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Al Mashat ha resaltado que esta "paz justa y honorable" es "la aspiración del pueblo yemení", antes de agregar que la población quiere "libertad e independencia", según ha recogido la cadena de televisión yemení Al Masirah, controlada por los rebeldes.
Por su parte, fuentes gubernamentales yemeníes han indicado que las delegaciones presentes en Saná presentarán un proyecto de acuerdo de paz ya respaldado por el Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo.
Así, han indicado en declaraciones al diario saudí 'Arab News' que las propuestas, presentadas por Riad, incluyen una prórroga durante seis meses del alto el fuego mediado por Naciones Unidas, conversaciones directas entre los huthis y el Gobierno yemení bajo auspicios de la ONU y un periodo de transición de dos años.
El documento recoge además la retirada del bloqueo a puertos y aeropuertos en zonas controladas por los huthis, el pago de funcionarios en estas mismas áreas y la reapertura de carreteras en la provincia de Taiz (centro) y otras zonas de Yemen.
Según las informaciones recogidas por el diario saudí 'Asharq al Awsat', el acuerdo incorporaría además otros dos factores cruciales: la unificación de las instituciones del dividido país y el intercambio total de prisioneros de guerra entre ambos bandos.
Este proceso se desarrollaría en tres fases y en él estarían implicados Arabia Saudí e Irán como los dos grandes aliados internacionales del Gobierno yemení y los insurgentes huthis, respectivamente, así como Omán, como mediador.
La guerra en Yemen ha terminado por hundir al que era uno de los países más pobres del mundo en la peor catástrofe humanitaria en la actualidad, según Naciones Unidas. Más de 21 millones de yemeníes --dos terceras partes de la población-- necesitarán ayuda humanitaria este año y de ellos 17 millones deberán recibirla con carácter urgente para sobrevivir.
El conflicto ha dejado casi 380.000 fallecidos --más de 85.000 de ellos niños--, bien por los combates o por el hambre y las enfermedades, a los que hay que sumar cuatro millones de desplazados, según los datos que barajan las agencias de la ONU.