MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La compañía, que es la segunda mayor productora del mundo de silicios policristalinos o polisilicios, busca aprovechar la alta demanda de estos materiales en los mercados internacionales, ha dicho Lan. El directivo ha afirmado que los precios fuera de China les permitirán duplicar o triplicar sus beneficios respecto a las plantas sitas en su país de origen.
A pesar de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense (IRA) y de los 369.000 millones de dólares (338.772 millones de euros) con los que está dotada, Lan ha afirmado que levantar allí la fábrica sería, al menos, cinco veces más caro que hacerlo en China y llevaría más tiempo por los plazos regulatorios y burocráticos.
"Las políticas de Estados Unidos son atractivas, pero no lo suficiente", ha resumido Lan. Así, GCL mira a Europa, Oriente Medio y el grupo de países Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica).
Además, las operaciones de GCL se han visto envueltas en polémica, ya que la firma tiene presencia en la región occidental de Xinjiang, donde los abusos contra los derechos humanos de los uigures musulmanes incluyen el trabajo forzado.
El Gobierno chino niega estas acusaciones, pero Estados Unidos prohibió el año pasado la importación de bienes de este territorio a menos que las empresas demostrasen que no ha mediado mano de obra esclava en su producción. Estas medidas frenaron la entrada de paneles solares chinos en la primera economía mundial.
GCL facturó 15.326 millones de yuanes chinos (2.045 millones de euros) en el primer semestre de 2022, mientras que obtuvo unos beneficios de 6.688 millones de yuanes (892,6 millones de euros).