MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
En el marco de los enfrentamientos, el Ministerio del Interior ha precisado en un comunicado que los migrantes utilizaron piedras, botellas y otros objetos contundentes, como barras de hierro, para impedir el desalojo del campamento improvisado.
Finalmente, la Policía ha dispersado al cerca de centenar de migrantes, entre ellos menores, que con tiendas de campaña ocupaban los alrededores de la sede de ACNUR para pedir ser trasladados a un país tercero por sufrir inseguridad en Túnez.
En concreto, según han informado los medios locales tunecinos, al menos diez personas han sido detenidas tras ser acusadas de violencia y vandalismo en el marco de los enfrentamientos. La Fiscalía ha abierto una investigación judicial contra los arrestados.
Los campamentos se extienden también a los alrededores de la Organización Internacional para las Migraciones, organismo que denunció en marzo que numerosos migrantes se encontraban frente a su oficina para exigir "soluciones dignas" a la crisis migratoria.
Los enfrentamientos se producen después de que el presidente de Túnez, Kais Saied, abogara por la necesidad de "poner fin" a la migración ilegal de africanos subsaharianos, afirmando que estos "continúan con violencia, delitos y prácticas inaceptables".
El mandatario tunecino señaló entonces que existe un fenómeno de trata de personas que debe parar, por lo que instó a llevar a cabo un trabajo a niveles diplomático, de seguridad y militar para poner fin a la situación, que calificó de "anormal".
Tras numerosas quejas por parte de la comunidad internacional, incluida ACNUR y la Unión Africana, Saied anunció medidas a favor de estudiantes y migrantes subsaharianos, rechazando así las acusaciones de "racismo" vertidas en su contra.