Con un plantón frente al casa de gobierno de Bolivia un grupo de periodistas protestó el miércoles contra un proyecto de ley promovido por el oficialismo que la prensa considera que atenta contra la libertad de expresión.
Los manifestantes colocaron sobre el piso sus grabadoras y cámaras ante la mirada de los policías ubicados frente a las sedes del Ejecutivo y del Legislativo, en el centro de La Paz, y calificaron el proyecto de “ley mordaza”. Los plantones se dieron en varias ciudades del país.
El llamado proyecto de “Cumplimiento de Compromisos Internacionales en Materia de Derechos Humanos” está en tratamiento en la Asamblea Legislativa, dominada por el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
La iniciativa incluye un artículo en el que se penaliza a quien difunda ideas basadas en la superioridad racial, promueva o justifique el racismo y la discriminación y pronuncie o difunda discursos de odio fundados en motivos racistas o discriminatorios.
Para los periodistas el proyecto somete a la prensa a la jurisdicción penal sin respetar la ley de Imprenta que rige al sector desde hace un siglo. “La ley de imprenta nos ampara, (la) están queriendo desconocer”, explicó a The Associated Press Carlos Salcedo, ejecutivo de la Federación de Prensa de La Paz.
Agregó que “están judicializando nuestro trabajo, se está planteando hasta siete años de cárcel por el ejercicio de nuestra función”.
En medio de la protesta otros manifestantes aprovecharon para ingresar a la plaza frente al palacio de gobierno y fueron desalojados por la policía con gases lacrimógenos.
Al mismo tiempo, el presidente Luis Arce dijo en una entrevista con la televisora Cadena A que el proyecto de ley está abierto a observaciones. “Yo creo que estamos en algunos casos ya exagerados de libertad de expresión. Pero el gobierno nacional no ha tomado ni va a tomar ninguna acción en contra de eso”, manifestó Arce.