MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
"No quiero hablar de la validez de estos documentos filtrados, pero lo que diré es que no hemos visto ningún indicio de que Egipto esté proporcionando capacidades de armamento letal a Rusia", ha explicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, en una rueda de prensa.
Kirby ha remarcado que Egipto "es un socio importante en materia de seguridad y sigue siéndolo en la región", al tiempo que ha subrayado que el Ejército estadounidense "tiene una larga relación de defensa con Egipto que se remonta a muchos años atrás".
Asimismo, el portavoz ha explicado que las autoridades estadounidenses están en contacto con sus socios y aliados, después de que los periodistas le preguntasen si esta filtración está perjudicando las relaciones con otros países.
Según los documentos de los Servicios de Inteligencia estadounidenses filtrados, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, mandó fabricar cerca de 40.000 misiles para enviarlos a Rusia, tal y como resumen presuntas conversaciones entre el mandatario egipcio y altos funcionarios de su Ejército.
Ante esto, el Kremlin tildó de "embuste" las informaciones. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores egipcio, Ahmed abu Zeid, hizo hincapié en que "la posición de Egipto desde el inicio (de la invasión) está fundamentada en la no participación en la crisis y en el mantenimiento de la equidistancia, al tiempo que se afirma el apoyo egipcio a la Carta de Naciones Unidas, al Derecho Internacional y a las resoluciones de la Asamblea General de la ONU".
Los documentos al parecer permanecieron en Discord, un servicio de mensajes que hace las veces de red social, desde enero hasta principios de marzo, cuando un usuario publicó decenas de ellos en un grupo con un mayor número de miembros. Desde entonces, al menos una decena de archivos han sido difundidos a través de otros canales. La semana pasada salió a la luz una versión presuntamente editada de uno de estos documentos a través de la aplicación de mensajería rusa Telegram.
Los documentos detallan la evaluación estadounidense de la guerra en Ucrania e incluyen planes para reforzar al Ejército ucraniano con vistas a una contraofensiva, así como datos sobre el estado de las fuerzas rusas. Además incluye material sensible sobre otros países, incluido China o Israel.