MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
"El Emirato Islámico no quiere crear obstáculos a la ONU. Por contra, quiere dejar claro que este es un asunto interno de Afganistán que no crea problemas a nadie y que debe ser respetado por todos", ha dicho el portavoz de los talibán y viceministro de Información y Cultura, Zabihulá Muyahid, a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter.
Así, ha indicado que "la decisión no significa que haya una discriminación ni crea obstáculos a las funciones de la ONU" y ha sostenido que "por el contrario, teniendo en cuenta los intereses religiosos y culturales, hay un compromiso con todos los derechos de la población".
"Desafortunadamente, la situación humanitaria en Afganistán ha sido creada y continúa a causa de las sanciones y presiones y la principal responsabilidad recae sobre los que han impuesto restricciones sobre el sistema financiero y bancario de Afganistán, así como prohibiciones de viaje", ha sostenido.
"Teniendo en cuenta las necesidades y la situación actual en Afganistán, es necesario que los países miembro de la ONU resuelvan el problema de la congelación de los bienes afganos, el tema bancario, las prohibiciones de viaje y otras restricciones para que Afganistán pueda progresar en los campos económico, político y de seguridad. Los afganos tienen la capacidad de sostenerse por sí mismos", ha zanjado.
Naciones Unidas anunció el martes que había iniciado un proceso de revisión de sus actividades en Afganistán tras el veto laboral impuesto por los talibán y se prepara ya para "todos los escenarios posibles", lo que deja en el aire su continuidad en uno de los países más necesitados de ayuda humanitaria de todo el mundo. La ONU ha restringido desde hace varias semanas el trabajo presencial de todos sus empleados, tanto hombres como mujeres, a la espera de examinar los efectos de un veto que "es ilegal" en virtud del Derecho Internacional.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó "enérgicamente" la semana pasada la prohibición de sus trabajadoras en Afganistán de trabajar en el país, en concreto en la provincia de Nangarhar (este), y advirtió de que "si esta medida no se revoca, inevitablemente reducirá nuestra capacidad de proporcionar ayuda vital para las personas que lo necesitan".
Las autoridades instauradas por los talibán tras hacerse con el poder en agosto de 2021 han hecho frente a críticas por sus restricciones de las libertades civiles, incluido el cierre de centros educativos y la exclusión de las alumnas de los mismos, en medio de una batería de medidas discriminatorias contra las mujeres que las alejan de sus puestos de trabajo y rigen aspectos de su vida diaria.