MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Defensoría del Pueblo ha informado de que los soldados se encuentran en buenas condiciones de salud, mientras que el Ejército ha sostenido que interpondrá las denuncias respectivas por secuestro y asonada ante la autoridad competente.
La liberación ha tenido lugar con la intervención de la administración local, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia y las autoridades indígenas, según informa W Radio.
Los residentes de la zona se pusieron en contacto con las rondas campesinas para que bloquearan la salida de los soldados. El representante indígena local, Rufildo Mestizo, ha recalcado que "los soldados no están secuestrados".
"Lo que hizo la comunidad fue detenerlos para hacer las aclaraciones sobre el hecho en el que resultó herido un comunero, quien no era la persona que estaban buscando los militares durante el allanamiento", ha ahondado Mestizo. "Estamos dialogando para que no existan agresiones y así darle claridad a la comunidad para que haga la entrega de los soldados", ha señalado.
Sin embargo, el fiscal general, Francisco Barbosa, ha criticado estas declaraciones, señalando que hay que poner "un poco de seriedad al país" y decir "las cosas con claridad", al tiempo que ha denunciado que "no hay política de seguridad, de orden público" en el país porque se repiten los hechos.
"(Un) secuestro es secuestro y no hay tales retenciones, esa es una entelequia y un enredo que se le ha venido diciendo al país y seguiremos investigado todas esas conductas en el marco del Código Penal", ha declarado, según ha recogido el periódico colombiano 'Semana'.
El caso recuerda al ocurrido a principios de marzo en una zona rural de Caquetá, cuando decenas de policías fueron retenidos durante unos días después de incidentes con las comunidades locales durante las protestas contra el incumplimiento de las promesas de una petrolera.