NUEVA YORK (AP) — El expresidente Donald Trump interpuso el miércoles una demanda en contra del testigo clave en el caso penal que enfrenta, acusando a su exabogado Michael Cohen de “extenso perjuicio a su reputación” por hablar públicamente sobre los pagos para acallar a mujeres que dijeron haber sostenido relaciones extramatrimoniales con Trump, y en los cuales se sustenta el caso.
La demanda, presentada en Miami, ofrece un vistazo a los argumentos que sin duda se utilizarán en la defensa de Trump contra los cargos de que falsificó documentos contables internos para disfrazar los pagos realizados durante la campaña presidencial de 2016 con el fin de silenciar los señalamientos de encuentros sexuales.
La demanda acusó a Cohen de violar un acuerdo de confidencialidad que firmó como un requisito para obtener el empleo, violar los estándares éticos de los abogados y “diseminar falsedades” sobre Trump “con intenciones maliciosas y para fines totalmente egoístas”. La denuncia pide que Cohen pague más de 500 millones de dólares.
Trump no está demandando en específico a Cohen por su testimonio ante el jurado investigador en su caso penal, pero lo menciona en respaldo de un argumento de que su exabogado intentó beneficiarse económicamente de su participación mediante la publicación de dos libros, una serie de podcasts y apariciones en medios de comunicación.
El portavoz de Cohen, Lanny Davis, dijo que la demanda no disuadirá a Cohen de cooperar con la fiscalía.
“Una vez más, el señor Trump parece estar haciendo uso y abuso del sistema judicial como una forma de acoso e intimidación contra Michael Cohen”, declaró Davis. “Parece que está aterrado por sus riesgos jurídicos inminentes e intenta enviar un mensaje a otros testigos potenciales que están cooperando con los fiscales en contra de él”.
La demanda es el intento más reciente de Trump de utilizar el sistema jurídico para ir tras sus enemigos políticos, y es un ejemplo más en que el expresidente arremete contra un antiguo colaborador que solía serle fiel después del fin de su relación.
Un juez en Florida sancionó a Trump y a uno de sus abogados en enero, ordenándoles pagar casi un millón de dólares por presentar lo que dijo era una demanda falsa en contra de Hillary Clinton, la rival de Trump en las elecciones de 2016.
Davis pronosticó que esta demanda tampoco tendría éxito.
“¿Acaso hay alguien en Estados Unidos, más allá de una base de creyentes cada vez más disminuida, que tome en serio a Trump cuando presenta estas demandas aparentemente frívolas?”, preguntó Davis.
El caso penal contra Trump, presentado la semana pasada por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, acusa al expresidente de falsificar 34 documentos contables en su compañía para ocultar la verdadera naturaleza de 11 cheques que se le pagaron a Cohen para recompensarlo por encubrir los amoríos extramaritales de Trump.
Según los fiscales, esos cheques le reembolsaron a Cohen los 130.000 dólares que pagó a nombre de Trump a la actriz porno Stormy Daniels, quien había estado en negociaciones para vender su historia de un supuesto encuentro sexual con el republicano. Cohen también participó en organizar los pagos a la modelo de Playboy Karen McDougal y a un portero de la Torre Trump.
Trump se declaró inocente de los cargos y dice que los presuntos encuentros con Daniels y McDougal nunca ocurrieron.
La oficina de Bragg declinó comentar el miércoles sobre la demanda de Trump en contra de Cohen.
Cohen se declaró culpable en 2018 de evasión fiscal, mentirle al Congreso y violaciones a las leyes que regulan el financiamiento de las campañas con respecto a los pagos a Daniels y McDougal. Fue sentenciado a tres años de cárcel, aunque la llegada de la pandemia de COVID-19 le permitió cumplir la mayor parte de la sentencia bajo arresto domiciliario.
