BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha defendido este viernes tener una relación pragmática con China para reequilibrar el vínculo comercial y cooperar en grandes asuntos, abogando por que la Unión Europea se proteja de prácticas injustas si fuera necesario, al tiempo que ha considerado que todo dependerá del papel que juegue Pekín para el final de la guerra en Ucrania con la retirada de tropas rusas.
En un apunte en su blog personal coincidiendo con las fechas de su viaje a China, visita que tuvo que cancelarse a última hora por su positivo en coronavirus, el Alto Representante ha expresado su visión sobre el futuro de las relaciones con el gigante asiático, insistiendo en que Europa debe "aceptar el advenimiento de un mundo más multipolar".
Frente a los progresos económicos de China, "un gran logro de la humanidad, posible gracias a las decisiones políticas de las autoridades chinas", Borrell recalca que se han hecho sobre la base de los principios de mercado y la apertura económica existente en un sistema multilateral abierto. Es por ello que pide respetar las reglas que marca la Organización Mundial del Comercio y adaptarlas a la nueva realidad, tras los cambios de las últimas décadas relativos a subsidios a las exportaciones, la transición verde y digital o las normas de protección de la propiedad intelectual.
"En este nuevo mundo están surgiendo nuevas potencias. Exigen su lugar en el orden mundial. Debemos aceptar la realidad del advenimiento de un mundo más multipolar, en el que se expresan reivindicaciones con significados a menudo diferentes y a veces divergentes. Esta realidad se nos impone, pues, como a los demás, incluida, por supuesto, China", ha señalado.
El jefe de la diplomacia comunitaria se propone pues reducir riesgos con China y trabajar en unas relaciones comerciales más equilibradas, sin renunciar a tomar medidas para garantizar esto. Las diferencias "hay que abordarlas permitiendo un acceso mucho mejor de los europeos al mercado chino", argumenta el Alto Representante, quien avisa de que si no se corrigen los desequilibrios Europa debe "reaccionar".
"Europa seguirá siendo el gran mercado más abierto del mundo, pero no dudaremos en tomar medidas para protegernos de las prácticas que consideremos injustas", ha apuntado, momento en el que la UE no permitirá actividades que amenacen la seguridad nacional de sus Estados miembros y estará atenta al uso de la tecnología como arma de guerra. "La militarización de la tecnología y la interdependencia es una realidad a la que nos hemos vuelto muy sensibles", reconoce en su nota.
A su juicio, el ejemplo de Rusia, con el que la UE ha cortado lazos comerciales en solo unos meses tras la invasión militar de Ucrania, demuestra que los Veintisiete son capaces de reaccionar con rapidez y firmeza cuando sus intereses vitales se ven amenazados. "Lo hemos hecho con éxito, algo que Rusia creía imposible. Hemos diversificado nuestros suministros, reducido nuestro consumo, aumentado la cuota de renovables y apoyado a Ucrania. Europa no amenaza a nadie. Pero no dejará que nadie la intimide", ha subrayado.
EL PAPEL CON RUSIA MARCARÁ LAS RELACIONES
En todo caso, el responsable de Exteriores de la UE señala que la relación futura con China estará marcada por el papel que juegue en la guerra de Ucrania y use su influencia para que Rusia ponga fin a la invasión de Ucrania. Así las cosas, apunta que "será extremadamente difícil, si no imposible", que la UE mantenga una relación de confianza con China, si Pekín no contribuye a "la búsqueda de una solución política basada en la retirada de Rusia del territorio ucraniano".
"La neutralidad ante la violación del derecho internacional no es creíble. No pedimos a nadie que se alinee con nuestra posición. Simplemente pedimos que se admita y reconozca que en este caso se ha producido una grave violación del derecho internacional", ha opinado, para recalcar que seria "útil" que el presidente chino, Xi Jinping, llame al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para poner las bases de una paz justa y que China aporte más ayuda humanitaria más sustancial al pueblo ucraniano.
Es más, Borrell pone el foco en que Pekín pueda ejercer algún tipo de mediación con Rusia, siguiendo su papel como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. "China rechaza la mentalidad de bloque. Nosotros también. Por eso estaremos especialmente atentos a cualquier paso que China pueda dar para que los dirigentes rusos entren por fin en razón", ha destacado, tras poner de ejemplo el trabajo diplomático con Arabia Saudí e Irán para retomar relaciones.
Esto sin perjuicio del apoyo militar, financiero, político y humanitario que presta la UE a Ucrania, que según insiste el Alto Representante seguirá adelante tanto en cuanto es la propia seguridad del continente la que está en juego con la invasión rusa.
"Nuestro apoyo no es en modo alguno la expresión de una forma de lealtad o sumisión a otra gran potencia, como oigo decir a algunos, sino la expresión de nuestra propia voluntad. Por favor, entiendan esto. Luchamos por nuestro propio destino", ha resumido.