MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Así lo ha señalado Calviño en calidad de presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, en sus siglas en inglés), órgano rector de las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), compuesto por 24 miembros de distintos países.
"Hemos hecho todo lo posible para acordar un comunicado. Desafortunadamente, no ha sido posible", ha dicho Calviño. "La guerra de Ucrania continúa infligiendo un gran daño económico y humanitario para la economía en su conjunto y sigue siendo el principal fuente de incertidumbre", ha recordado aun así la vicepresidenta.
Calviño ha destacado que, si bien sí ha habido "conversaciones muy productivas" y "discusiones muy constructivas" que dan fe de "la voluntad de cooperar", no ha habido "unanimidad en el mensaje de Bali sobre la guerra que se acordó por los líderes del G20" en 2022. En aquel entonces, la mayoría de miembros condenaron la guerra en Ucrania y criticaron su impacto en la economía mundial.
Sin embargo, ni China ni Rusia asistieron en persona a aquella sesión. El resto de países del grupo culparon al conflicto de la inflación, los desajustes en las cadenas de distribución y del crecimiento de la inseguridad alimentaria y energética.
Por lo demás, Calviño ha recordado cómo las instituciones multilaterales son claves para atender las necesidades de los "países vulnerables", como Ucrania y Sri Lanka, y ha celebrado que la cita sí ha servido para "incrementar la cooperación por parte de los miembros en las políticas económicas" y para reforzar "la red de seguridad financiera global".
Por su parte, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, ha pedido que las autoridades monetarias continúen combatiendo la inflación a la vez que "salvaguardan la estabilidad financiera".
"Necesitan trabajar juntos en los siguientes pasos a seguir para fomentar el crecimiento potencial en los años venideros y necesitan apoyar a nuestros miembros más vulnerables", ha añadido Georgieva.
Además, ha animado a los países a reducir la pobreza y aumentar los recursos destinados al Fondo de Crecimiento y Reducción de la Pobreza. "Es un instrumento que se ha demostrado útil al ofrecer apoyos libres de intereses a países de bajos ingresos y que tiene una demanda récord ahora que los intereses son altos", ha dicho Georgieva.
De no concederse, ha alertado, los países pobres "podrían no asegurarse el sostén que necesitan". La directora ha cuantificado la financiación necesaria en un total de 6.300 millones de euros (5.736 millones de euros).