BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
"Mi hija me está esperando, estoy muy feliz de poder estar con ella enseguida. Hablaremos pronto", ha dicho a la prensa que le esperaba a las puertas de su domicilio en Bruselas, situado en el mismo barrio en el que tiene su sede la Eurocámara.
Kaili ha hecho estas breves declaraciones sin bajarse del vehículo que le ha conducido desde la prisión de Haren (noreste de Bruselas) hasta su vivienda en Bruselas, en la que ha dicho que se encontraba su hija --de apenas dos años--.
La Justicia le concedió el arresto domiciliario sujeto a brazalete electrónico el pasado miércoles, cuando Kaili era ya la única de los detenidos en diciembre que continuaba en prisión preventiva.
La pareja de Kaili, el asistente parlamentario Francesco Giorgi, se encuentra también en arresto domiciliario y es considerado uno de los enlaces clave entre el exeurodiputado Pier-Antonio Panzeri, 'cabecilla' de la red para hacer llegar los sobornos de Qatar y Marruecos a eurodiputados y otras personas de influencia en la Eurocámara.
Panzeri, que ha llegado a un pacto con la Fiscalía para confesar y obtener una reducción de pena, también ha salido de prisión esta misma semana para pasar a arresto domiciliario, al igual que el eurodiputado belga Marc Tarabella. El eurodiputado italiano Andrea Cozzolino, reclamado también por la Justicia belga, permanece en Nápoles (Italia) a la espera de que un Tribunal italiano decida sobre su extradición.
Desde que las autoridades belgas destaparan el caso a finales de 2022, seis personas han sido imputadas en este caso, incluida Kaili, socialista griega que conserva su escaño como eurodiputada pero fue cesada como vicepresidenta del PE tras su detención.
En la operación del 9 de diciembre que llevó a estas detenciones, la Policía se incautó también de al menos 1,5 millones de euros en efectivo escondido en bolsas y maletas, la mayor parte en los domicilios de Kaili y de Panzeri.