BRUSELAS, 17 (EUROPA PRESS)
Las normas revisadas introducen una serie de modificaciones en el reglamento de diseño ecológico de 2008 sobre el modo de espera, el modo desactivado y el modo de espera en red, actualizado por última vez en 2013, tras un amplio ejercicio de consulta y examen del Parlamento Europeo y el Consejo.
Estos cambios tienen en cuenta la evolución tecnológica y del mercado en los últimos años y amplían el ámbito de aplicación de las normas por lo que ahora se incluyen los productos con una fuente de alimentación externa de bajo voltaje, como los pequeños equipos de red (incluidos los routers Wi-Fi y los módems) o los altavoces inalámbricos.
Al exigir un menor consumo eléctrico de los productos cuando están en modo de bajo consumo, la Comisión calcula que se generará un ahorro energético anual de 4 teravatios hora (TWh) de cara a 2030, lo que equivale a un ahorro anual de 1,36 millones de toneladas equivalentes de CO2.
Además, esta reducción supondrá un ahorro total estimado para los consumidores de 530 millones de euros anuales también de cara a 2030, además de permitirles acceder más fácilmente a la información sobre el consumo de energía en modo de espera de los productos que adquieran.