BRUSELAS, 20 (EUROPA PRESS)
Los auditores señalan que las ayudas directas no se destinaron suficientemente a los beneficiarios más necesitados y que algunos países de la UE, como Polonia, Rumanía, Grecia, Italia y España, apoyaron a los agricultores de un sector determinado independientemente de que hubieran sufrido o no pérdidas.
En consecuencia, es posible que algunos agricultores recibieran ayudas aunque la crisis no los hubiera afectado, mientras que otros recibieron compensaciones excesivas, como es el caso de regiones como Andalucía, donde el se estima que la compensación recibida por algunos productores de uva podría triplicar el importe de sus pérdidas.
La auditoría también revela que en la industria vitivinícola la Comisión aplicó medidas de retirada definitiva o temporal del vino del mercado para reducir la oferta excesiva, aunque las grandes diferencias en la concesión de ayudas generaron desigualdad de trato, por lo que el Tribunal de Cuentas advierte de que esto constituye discriminación entre productores de vino, además de incumplimiento de las normas.
La principal respuesta fiscal a la pandemia procedió de los presupuestos nacionales y la UE facilitó sin demora medidas de ayudas estatales, pero los auditores advierten de que los niveles de ayuda pública presentaban grandes variaciones entre países de la UE. Así, las ayudas nacionales alcanzaron casi el 9% del valor de la producción del sector de plantas y flores en los Países Bajos, mientras que en España fue muy inferior (0,3%), una diferencia que puede crear competencia desleal.
No obstante, el informe subraya la rapidez de la UE en su respuesta y destaca que la Comisión estableció rápidamente un marco de ayuda directa de 712 millones de euros mediante la reasignación de fondos no utilizados del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), que proporcionó hasta 7.000 euros por agricultor y 50.000 euros por pyme.