Después del aplazamiento por una falla mecánica, este jueves se lanzó al espacio el primer vuelo de prueba del cohete Starship de la empresa aeroespacial de Elon Musk, Space X, calificado como el más grande y potente de la historia.
Se trata del primer vuelo del prototipo de nave interplanetaria Starship integrada en un cohete Super Heavy, que aterrizaría minutos después en la Starbase y pondría en órbita una nave que cruzaría el globo sobre el Atlántico, África, el Índico y el Pacífico para impactar al norte de Hawai.
Sin embargo, el vuelo perdió el control antes de la segunda etapa del lanzamiento y terminó con una explosión, aunque aseguran lo destacado del vuelo consistía en su despegue para probar el desarrollo de los motores y la composición del aeronave.
Pese a que no se pudo concretar el aterrizaje, se tenía previsto realizarlo de manera vertical, a fin de realizar un ensayo de las futuras misiones que buscan enviarse a la Luna y al planeta rojo, con la aeronave que quiere reutilizarse en el futuro.
“Diseñado para llevar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita terrestre, ayudar a la humanidad a regresar a la Luna y viajar a Marte y más allá”, precisa la compañía aeroespacial.
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Después de un riguroso análisis del vehículo en la fase de pruebas, se comprobó su capacidad para acercarse a la velocidad del sonido, volver a encender sus motores y regresar de manera vertical para realizar su aterrizaje.
Su potencia se debe al encendido paralelo de 31 motores Raptor de duración completa: la mayor cantidad de encendidos de motores de cohetes simultáneos en historia.
De acuerdo con Space X, tiene 16.5 millones de libras de empuje en el despegue, lo que lo convierte en el más potente de la historia.