MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
De este modo, Galán se mantendrá en ese puesto al menos hasta los 76 años y cumplirá así más de veinte años en la presidencia del grupo -llegó a la compañía en 2001 como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado-, mientras que Martínez será ratificado como 'número 2' de la energética.
A finales del pasado mes de octubre, el presidente de Iberdrola ya indicó que el nombramiento de Armando Martínez como consejero delegado, con el que el grupo separaba así los cargos de presidente ejecutivo y consejero delegado que aglutinaba él desde hace casi dos décadas, suponía "un signo de continuidad" y no una "revolución", ya que la decisión era algo que estaba ya "planificado".
Asimismo, la junta votará la reelección de María Helena Antolín como consejera externa y la de Manuel Moreu, Sara de la Rica y Xabier Sagredo como consejeros independientes, además de fijar en 14 el número de miembros del consejo de administración.
También se someterá a votación de los accionistas la aprobación de un bono estratégico dirigido a profesionales de las sociedades del grupo vinculado al desempeño de la sociedad durante el período 2023-2025, a liquidar de forma fraccionada y diferida mediante entregas de acciones.
En concreto, el bono está dirigido a los 300 directivos que componen la cúpula ejecutiva de Iberdrola, incluido su presidente y el nuevo consejero delegado, y consistirá en la distribución de un total de 14 millones de acciones. De esa cifra, 2,5 millones de títulos se reservan para los consejeros ejecutivos que posean este cargo en el momento de la liquidación del bonus. Este bonus estará vinculado a cumplir una serie de parámetros operativos, financieros y de responsabilidad social corporativa.
DIVIDENDO DE INVOLUCRACIÓN
Por otra parte, Iberdrola premiará con un dividendo de involucración de 0,005 euros brutos por acción (un euro bruto por cada 200 acciones) si en la junta se alcanza un quórum de constitución de, al menos, el 70% del capital social.
El dividendo de involucración se enmarca dentro de un concepto de junta más participativa, accesible, cercana, sostenible e innovadora que pretende la empresa.
La junta, que tendrá un formato híbrido, como viene siendo habitual desde la pandemia, será presencial en la sede social de la energética en Bilbao y también se podrá seguir de manera telemática.