VALLADOLID, 26 (EUROPA PRESS)
En su escrito de calificación provisional de los hechos, la acusación pública solicita para el encausado una condena de cinco años de cárcel, la prohibición de acercarse a la víctima, su domicilio, centro de estudios o lugares que frecuente por un tiempo de seis años, así como la imposibilidad de comunicar con ella por cualquier medio por idéntico periodo de tiempo, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Pero además, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 192 del Código Penal, Fiscalía de Valladolid pide libertad vigilada para el acusado durante seis años, a ejecutar desde su puesta en libertad, la participación en programas formativos de educación sexual y en concepto de responsabilidad civil el pago de una indemnización de 3.000 euros en concepto de años y perjuicios morales.
En el momento de producirse el supuesto delito, el 3 de abril de 2022, el acusado vivía con su pareja y la hija de ésta, de 14 años, en un domicilio situado en el Paseo Juan de Austria de la capital vallisoletana, donde durante la mañana de aquel día se produjo una discusión de pareja a resultas de la cual tuvo que intervenir la Policía Nacional para llevarse incluso detenida a la madre de la niña, hechos que han derivado en otro procedimiento distinto.
Pues bien, después de que la policía se llevara detenida a la pareja del ahora acusado, éste se quedó a solas con la hija de la anterior y le propuso ver una película en la televisión.
MANOSEO POR DEBAJO DEL PIJAMA
Para ello se acomodaron juntos en el sofá, de forma que se tumbaron de lado y él se situó detrás de ella. Así, en un momento dado, siempre según las tesis de las acusaciones pública y particular, el acusado situó su mano a la altura de la cadera de la menor y la introdujo lentamente por debajo de la camiseta del pijama hasta llegar al pecho, donde la mantuvo unos segundos hasta que tuvo que consultar un mensaje del teléfono móvil.
Una vez atendido el mensaje, el encausado volvió presuntamente a introducir su mano bajo la camiseta del pijama de la menor y volvió a acariciarla el pecho mientras ella permanecía paralizada, hasta que a la víctima se le ocurrió levantarse para llamar por teléfono a su abuela, quedar con ella, vestirse e irse de la vivienda.