EL CAIRO (AP) — Combatientes armados arrasaron el jueves una ciudad de la región de Darfur, donde se enfrentaban entre sí y saqueaban tiendas y casas en medio de la guerra que ha devastado Sudán, dijeron habitantes. La violencia estalló a pesar de la ampliación de una frágil tregua entre los dos principales generales del país, cuya disputa por el poder ha costado la vida de cientos de personas.
El caos en la ciudad de Geneina, en Darfur, dejó al descubierto cómo la pugna entre dos generales por el control de la capital, Jartum, generaba actos de violencia en otras partes de Sudán.
Ambos bandos aceptaron la noche del jueves una ampliación de 72 horas a la tregua. El acuerdo no ha puesto fin a los combates pero creó una calma lo suficientemente larga para que decenas de miles de sudaneses huyeran a zonas más seguras y para que naciones extranjeras evacuaran a sus ciudadanos por tierra, aire y mar.
El alto al fuego contribuyó a un descenso significativo en los combates en Jartum y la ciudad vecina de Omdurmán por primera vez desde que las fuerzas militares y un contingente paramilitar rival comenzaron a enfrentarse el 15 de abril, convirtiendo vecindarios residenciales en campos de combate.
Tanto las fuerzas militares encabezadas por el general Abdel Fattah Burhan como el grupo paramilitar denominado Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), dirigidas por el general Mohamed Hamdan Dagalo, anunciaron que habían aceptado la ampliación de la tregua. Pero se podían escuchar explosiones y disparos en al menos un vecindario de la capital la noche del jueves.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, quien ha conversado en repetidas ocasiones con ambos generales, había reconocido antes el alcance limitado de la tregua y señaló que estaba determinado a ampliarla. “Hemos tenido un alto el fuego de 72 horas que como su mayoría es imperfecto pero que, no obstante, ha disminuido la violencia”, dijo.
La Casa Blanca, en tanto, alentó a los estadounidenses a que aprovecharan cualquier oportunidad para abandonar Sudán en las próximas 24 a 48 horas, aun cuando Washington ha enfrentado críticas por no organizar una evacuación a gran escala de sus ciudadanos, tal como lo han efectuado otras naciones.
“Estamos trabajando de manera continua para crear opciones a fin de que los ciudadanos estadounidenses abandonen Sudán”, dijo la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre. Advirtió que la “situación podría deteriorarse en cualquier momento”.
Un funcionario estadounidense de defensa dijo que tres buques de la Marina se acercaban a la costa sudanesa, pero que ninguno había recibido aún órdenes de recoger ciudadanos u otro personal. El funcionario habló bajo condición de anonimato para poder discutir operaciones militares en marcha.
El secretario del Exterior británico James Cleverly pidió que los británicos que deseen marcharse que se dirijan a un aeródromo ubicado al norte de Jartum para que tomen vuelos de evacuación. “La situación podría deteriorarse en los próximos días”, advirtió. Gran Bretaña anunció que ha sacado a 897 personas en ocho vuelos con destino a Chipre, y las operaciones continúan.
La lucha ha continuado en algunas partes de la capital a pesar de la tregua. Y en la región occidental de Darfur, los habitantes dijeron que la violencia había alcanzado su peor nivel a la fecha.
Darfur ha sido campo de batalla entre las fuerzas militares y las FAR desde el comienzo del conflicto hace dos semanas. Los habitantes dijeron que los combates en Geneina habían arrastrado al conflicto a milicias tribales, reviviendo la rivalidad entre las dos principales comunidades de la región, una que se identifica como árabe y otra como africana oriental o centroafricana.
A principios de la década del 2000, diversas tribus africanas en Darfur que se quejaban desde hace tiempo de discriminación, se rebelaron contra el gobierno en Jartum, el cual respondió con una campaña militar que la Corte Penal Internacional calificó de genocidio. Los grupos paramilitares árabes apoyados por el Estado, conocidos como yanyauid, fueron acusados de cometer homicidios, violaciones y otras atrocidades a gran escala. Los yanyauid después se tranformaron en las FAR.
El jueves por la mañana, combatientes con uniformes de las FAR en su mayoría, atacaron varios vecindarios de Geneina expulsando a muchas familias de sus casas. La violencia se exacerbó con la participación de combatientes tribales en la lucha en Geneina, una ciudad de alrededor de medio millón de personas próxima a la frontera con Chad.
“Los ataques venían de todas las direcciones”, dijo Amany, una vecina que no quiso dar su apellido por razones de seguridad. “Todos están huyendo”. ___ Los periodistas de The Associated Press Menelaos Hadjicostis, en Larnaca, Chipre; Jill Lawless, en Londres; Christopher Megerian y Lolita C. Baldor, en Washington, y Edith M. Lederer, en Naciones Unidas, contribuyeron a este despacho.