MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
En este primer trimestre de 2023, los precios de los hidrocarburos disminuyeron de forma notable, desde los precios máximos que tocaron en 2022. Así, el crudo Brent rebajó su cotización media hasta los 81 dólares por barril, un 21% menos que en el primer trimestre de hace un año, con una caída notable en marzo, hasta los 72 dólares por barril, derivada de la crisis bancaria vivida a mediados de mes. Por su parte, el gas Henry Hub registró una media de 3,4 dólares por MBtu, un 32% inferior a la de los mismos meses de 2022.
En este contexto, todas las áreas de negocio de la compañía lograron resultados positivos. En los casos de Cliente, Industrial y Generación baja en carbono estuvieron por encima de los obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior, aunque Exploración y Producción reflejó en su cifra este descenso considerable de los precios de los hidrocarburos.
El resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 1.891 millones de euros hasta marzo, casi un 80% más que en el mismo periodo del año pasado.
El grupo presidido por Antonio Brufau señaló así que avanzó guiado por su Plan Estratégico 2021-2025 y su modelo de negocio integrado, que "fueron clave para obtener este resultado en un trimestre en el que los precios del crudo cayeron, de media, un 20% respecto al mismo periodo del año anterior".
Además, destacó el esfuerzo inversor de la multienergética en el periodo, que ascendió a 1.726 millones de euros, destinados principalmente a España y Estados Unidos, dos países claves en su estrategia. La compañía prevé que un 35% de la cifra histórica de 5.000 millones de euros en inversiones de 2023 se destine a proyectos bajos en carbono.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, indicó que el modelo de negocio integrado del grupo, así como el cumplimiento y la ambición de su 'hoja de ruta', "están siendo fundamentales para obtener resultados sólidos".
Estos números permitieron a la compañía mantener en estos tres primeros meses del año una sólida generación de caja -1.827 millones de euros, 736 millones de euros superior al mismo periodo de 2022-, que le ha facilitado hacer frente a la volatilidad del entorno, aprovechar oportunidades de crecimiento rentable y adelantar los objetivos de retribución a los accionistas.
Asimismo, Repsol redujo su deuda neta, hasta situarla en 880 millones de euros al final del periodo, 1.376 millones de euros inferior a la del cierre del año 2022, tras recibir los ingresos por la venta del 25% de la unidad de Exploración y Producción.