EL CAIRO (AP) — El ejército de Sudán y el grupo paramilitar al que se enfrenta dijeron el domingo que extenderán un cese del fuego humanitario por 72 horas más, en medio de presión internacional para que permitan el paso seguro de civiles y ayuda, pero los enfrentamientos han persistido a pesar de la inestable tregua.
En comunicados, ambas partes se acusaron mutuamente de infringirla. Gracias al acuerdo han disminuido los combates en algunas zonas, pero la violencia sigue obligando a los civiles a huir. Grupos de ayuda humanitaria también han pasado apuros para introducir al país suministros muy necesarios.
El conflicto estalló el 15 de abril entre el ejército —comandado por el general Abdel Fattah Burhan— y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido —lideradas por el general Mohamed Hamdan Dagalo_, y amenaza con sumir a Sudán en una guerra civil. Las Naciones Unidas advirtieron el domingo que la crisis humanitaria de Sudán se encuentra en un “punto crítico”.
“La magnitud y velocidad de lo que está ocurriendo en Sudán no tiene precedentes”, dijo el jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, en un comunicado.
Señaló que cada vez es más difícil encontrar agua y alimentos en las ciudades del país, en especial en la capital Jartum, y que la falta de atención médica básica podría resultar en la muerte de muchas personas por causas prevenibles. Griffiths dijo que “saqueos multitudinarios” de los suministros de asistencia han obstruido las labores para ayudar a los civiles.
Más temprano el domingo, un avión con ocho toneladas de equipos médicos llegó a Sudán para surtir a hospitales devastados por los combates, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja, que organizó el envío. La aeronave llegó en un momento en que la cifra de muertes de civiles ya superó los 400 y los grupos de asistencia han advertido sobre un agravamiento de la situación humanitaria.
Más de dos tercios de los hospitales en las zonas de combate están fuera de servicio debido a falta de equipos, trabajadores, agua y electricidad, señaló una asociación médica nacional.
El avión despegó de Jordania y aterrizó sin problemas en Puerto Sudan, informó la Cruz Roja. Los suministros —que incluyen anestesia, vendas, suturas y otros materiales— serán suficientes para tratar a más de 1.000 personas heridas en el conflicto, agregó.
“La esperanza es hacer llegar este material a los hospitales que enfrentan mayor cantidad de trabajo en la capital” Jartum y otras ciudades, expresó Patrick Youssef, director regional de la Cruz Roja en África.
El Sindicato de Médicos de Sudán, que monitorea la cifra de fallecidos, informó el domingo que en las últimas dos semanas 425 civiles han muerto y 2.091 han resultado heridos. El Ministerio de Salud del país dijo el sábado que el conflicto ha dejado 528 muertos y 4.500 heridos, cifras que incluyen a los combatientes.
Algunos de los combates más cruentos se ha librado en Jartum.
Fatah y Haman, que tienen el apoyo de poderosas fuerzas extranjeras, ahora están enfrentados después de que fueran aliados en el golpe militar de octubre de 2021 que detuvo la irregular transición de Sudán hacia la democracia.
Sudaneses ordinarios han quedado atrapados en el fuego cruzado. Decenas de miles han huido a países vecinos, como Chad y Egipto, mientras que otros se encuentran varados y sus víveres se les agotan. Miles de extranjeros fueron desalojados mediante aviones y caravanas de vehículos por tierra.
La lucha continuaba en distintas partes de la capital, donde habitantes escondidos en sus casas decían escuchar fuego de artillería. Ha habido pausas en los choques, pero nunca se ha respetado una tregua total a pesar de los repetidos intentos de los mediadores internacionales.