Autoridades capitalinas estiman que sea en el último trimestre de 2023 cuando quede completamente reforzado el tramo elevado de la Línea 12 del Metro, que lleva un avance de 65%. Fue en esta zona donde una trabe se derrumbó, hace dos años, lo que dejó un saldo de 26 personas muertas y más de un centenar de heridos.
Lo anterior lo comentó el secretario de Obras, Jesús Esteva, al realizar un recorrido por las estaciones Calle 11 y Periférico Oriente, donde mostró a detalle, en compañía de especialistas, cómo se realiza el reforzamiento de esta estructura, que incluyó la colocación adicional de apoyos intermedios en 16 claros, incluidos el tramo cero y el tramo gemelo, para garantizar mayor seguridad.
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Indicó que será a finales de junio cuando concluyan los trabajos hasta la estación Periférico Oriente y de ahí seguirán hasta finales de año, y recalcó que será decisión del Metro y de la Secretaría de Movilidad reabrir o no por tramos esta parte elevada.
”La reapertura de otro tramo de la Línea 12 lo tendrían que definir el Metro y la Secretaría de Movilidad, depende de dónde tienen ellos sus aparatos de vía y cómo tienen su operación. Nosotros estaremos, como obra, con pruebas inclusive, y estará terminando hacia finales de junio Periférico Oriente”, dijo.
Mencionó que en promedio se llevan de siete a 20 semanas para rehabilitar cada claro, pues se trabaja de forma milimétrica para garantizar la seguridad estructural de este trazo elevado.
El funcionario capitalino recordó que dividieron todo el tramo elevado de esta línea en 260 claros, o espacios entre cada columna, y que ya concluyeron con el reforzamiento de 93 y actualmente trabajan en otros 95 de forma simultánea. Sobre los trabajos de reforzamiento, el secretario de Obras comentó que “son atípicos, pues a una obra ya existente hay que conectarle elementos que le permitan resistir más”.
Al respecto, se detalló que en 16 claros colocaron apoyos intermedios, es decir, columnas adicionales para alcanzar los objetivos específicos que se están planteando como darle mayor redundancia, rigidez y resistencia a la estructura y disminuir al mínimo aquellas fuentes de generación de fatiga a lo largo de la estructura elevada.
Uno de estos apoyos intermedios se coloca en la zona cero del derrumbe de hace dos años. ”Solamente en 14 más los dos claros que se reconstruyeron requirieron, con base en el análisis que hizo el Comité Técnico Asesor, un apoyo intermedio. Las excavaciones que hay en la zona cero son para las cimentaciones para estos apoyos”, aseveró.
Asimismo, se precisó que en 90% de los claros se colocaron puntales adicionales que trabajan a manera de columnas adicionales, con lo que acortan el claro, para darle una mayor resistencia.
”Con este proyecto de rehabilitación lo que estamos logrando es cumplir satisfactoriamente y a cabalidad la normatividad actual de construcción y darle el nivel de certidumbre y seguridad a esta obra para que la ciudadanía pueda hacer uso seguro y con confianza de la línea una vez que sea puesta en operación”, puntualizó Bernardo Gómez, representante del Comité Técnico Asesor.
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Jesús Esteva destacó que por claro están colocando de 160 a 500 piezas metálicas, es decir, de 45 a 90 toneladas de acero, más la soldadura. “Esa es la dimensión, magnitud y complejidad de la intervención”.
