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Brasil: Allanan vivienda de Bolsonaro por caso de vacunas

Jair Bolsonaro. El presidente es parte de una investigación de las autoridades del país. (Eraldo Peres/AP)

BRASILIA (AP) — La Policía Federal de Brasil allanó la residencia del expresidente Jair Bolsonaro e incautó su teléfono el miércoles como parte de una investigación sobre una presunta falsificación de certificados de vacunación contra COVID-19. Las autoridades también registraron varios sitios más y media docena de personas podrían ser detenidas.

El expresidente confirmó el allanamiento en su residencia en declaraciones a los reporteros, mientras que su esposa, Michelle, lo hizo a través de su cuenta de Instagram.

Un agente de policía que habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado para tocar el tema públicamente, dijo que Bolsonaro sería interrogado en la sede de la Policía Federal y confirmó que uno de sus aliados más cercanos, Mauro Cid, fue arrestado.

Cuando se le preguntó sobre el allanamiento en la residencia de Bolsonaro, la oficina de prensa de la Policía Federal emitió un comunicado en el que señaló que los agentes llevaban a cabo 16 allanamientos y seis arrestos en Río de Janeiro relacionados con la introducción de datos falsos sobre vacunación contra el COVID-19 en el sistema nacional de salud. El comunicado no mencionaba a Bolsonaro ni a Cid.

Medios de comunicación locales reportaron que las tarjetas de vacunación de Bolsonaro, sus asesores y sus familiares estaban alteradas. El comunicado de la policía indicó que la investigación se centraba en certificados de vacunación adulterados para cumplir con los requerimientos de vacunación para ingresar a Estados Unidos.

“No hubo ninguna adulteración de mi parte, no ocurrió”, comentó Bolsonaro a los reporteros después del registro a su vivienda. “No me puse la vacuna, punto. Nunca negué eso”.

En una entrevista para la cadena de televisión Jovem Pan, Bolsonaro dijo que sus registros de vacunación no fueron requeridos para ninguno de sus viajes hacia Estados Unidos.

“El trato que reciben los jefes de Estado es distinto al de un ciudadano común. Todo se hace con anticipación, y en mis viajes a Estados Unidos, en ningún momento se me requirió un certificado de vacunación”, subrayó Bolsonaro.

Bolsonaro visitó Estados Unidos en al menos tres ocasiones desde que el país norteamericano comenzó a requerir en noviembre de 2021 que los extranjeros contaran con esquema completo de vacunación contra el COVID-19 para ingresar. Viajó en junio de 2022 para la Cumbre de las Américas, en septiembre de ese mismo año a la Asamblea General de Naciones Unidas, y en diciembre pasado, después de dejar la presidencia, para una estadía en Florida.

La investigación plantea dudas sobre si pudo haberse incluido información de vacunación falsificada en la documentación de cualquier miembro del equipo del expresidente durante esos viajes.

Durante la pandemia, Bolsonaro pasó meses sembrando dudas sobre la eficacia de la vacuna y rehusándose abiertamente a inocularse. En septiembre de 2021, eso generó dudas sobre su asistencia a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, aunque a fin de cuentas acudió.

El allanamiento se suma a los crecientes problemas jurídicos de Bolsonaro. La Policía Federal lo ha interrogado en su sede de Brasilia en dos ocasiones en el último mes con relación a investigaciones separadas. Primero por tres conjuntos de joyas con diamantes que recibió como regalo de Arabia Saudí, y luego, por su posible participación en incitar el levantamiento del 8 de enero de sus simpatizantes en la capital.

Bolsonaro también es sujeto de varias investigaciones del tribunal electoral de Brasil sobre sus acciones durante la campaña presidencial, en particular sus afirmaciones infundadas de que el sistema de votación electrónica del país es susceptible al fraude. Esto amenaza con despojarle de sus derechos políticos e impedirle postularse en futuras elecciones.

Además, Bolsonaro y sus aliados enfrentan una investigación ordenada por el Supremo Tribunal Federal sobre la propagación de supuestas falsedades y desinformación en Brasil, así como una pesquisa de la Policía Federal por el presunto genocidio del pueblo indígena yanomami en la Amazonía al alentar a los mineros ilegales a invadir su territorio y, por lo tanto, poner en riesgo su vida.

El expresidente ha negado haber cometido delito alguno en todos los casos en los que está siendo investigado.

El comunicado de la policía señala que la introducción de datos falsos de COVID-19 ocurrió entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022, y permitió que las personas cuyos certificados fueron alterados pudieran cumplir con el requerimiento de vacunación para ingresar a Estados Unidos.

El exasesor de prensa y abogado de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, confirmó a los reporteros en la sede de la Policía Federal en Brasilia que el oficial de la policía militar y asesor de Bolsonaro Max Guilherme fue detenido y ya rindió su declaración a los investigadores.

Cid, un teniente coronel del ejército que ha sido la mano derecha de Bolsonaro, aún no ha hablado con los investigadores, según reportes.

De acuerdo con reportes, Cid es una figura clave en el escándalo sobre las joyas que recibió Bolsonaro. El exmandatario está acusado ya sea de no declarar la joyería como obsequios oficiales a la presidencia de Brasil o de intentar introducirlas al país como regalos privados sin pagar los impuestos correspondientes.

Uno de los juegos de joyas fue incautado en el aeropuerto de Sao Paulo, y reportes indican que Cid intercedió ante las autoridades del lugar a nombre de Bolsonaro para tratar de recuperar la joyería.

La pesquisa en torno al coronavirus involucra alteraciones de documentación relacionadas a “agendas ideológicas” y con el fin de “mantener el discurso dirigido a atacar la vacuna contra el COVID-19”, señaló la policía en su comunicado.

Bolsonaro insistió durante meses en que la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria, era un tratamiento para el COVID-19, a pesar de la falta de evidencia contundente de la comunidad médica. En cierto punto, advirtió a los brasileños que no habría un recurso legal en contra de Pfizer para cualquiera que sufriera efectos secundarios irreversibles. También vinculó la vacuna con el sida, una afirmación que doctores y científicos rechazaron por igual, lo que obligó a un juez del máximo tribunal brasileño a ordenar que se investigaran sus comentarios.

Brasil tuvo la segunda mayor cantidad de muertos por COVID-19 a nivel mundial, aunque se ubica en el sitio 20 en decesos per cápita. Una investigación del Congreso determinó que se debería procesar a Bolsonaro por la respuesta de su gobierno al COVID-19, incluido su apoyo a los tratamientos no comprobados.

Bolsonaro regresó recientemente a Brasil luego de pasar varios meses en las afueras de Orlando, Florida, donde mantuvo una vida generalmente discreta salvo por algunas cuantas apariciones como orador.

___ Biller informó desde Río de Janeiro.

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