KIEV, Ucrania (AP) — Rusia afirmó que frustró un ataque de drones ucranianos contra el Kremlin a primera hora del miércoles, calificándolo como un intento fallido de asesinato contra el presidente Vladímir Putin, y prometiendo represalias por lo que describió como un acto “terrorista”. El mandatario ucraniano refutó las acusaciones.
Putin no estaba en el Kremlin en ese momento y se encontraba en su residencia de Novo-Ogaryovo, en las afueras de Moscú, señaló su portavoz Dmitry Peskov en declaraciones a la agencia noticiosa estatal RIA Novosti.
No hubo una verificación independiente del supuesto ataque, el cual las autoridades rusas señalan que ocurrió durante la noche pero no presentaron evidencias que los respaldaran. Surgieron dudas sobre por qué le tomó horas al Kremlin reportar el ataque y por qué videos del incidente comenzaron a circular más tarde.
Un video que se publicó durante la noche en un canal noticioso local en Telegram, grabado desde el otro lado del río de donde se encuentra el Kremlin, parecía mostrar una columna de humo que se elevaba sobre los edificios. No fue posible autenticar su veracidad. Según el texto que acompañaba a la imagen, los residentes de un edificio cercano reportaron estallidos y vieron el humo alrededor de las 2:30 de la mañana.
Otro video en redes sociales, que parece haber sido grabado desde el otro lado de la Plaza Roja, parece mostrar el momento en que un dron explota por encima del techo del Palacio del Senado en el Kremlin, cerca de un asta con la bandera rusa, y se pueden ver escombros cayendo sobre el techo. Tampoco fue posible verificar estas imágenes de forma independiente.
El Kremlin señaló que el ejército y las fuerzas armadas rusas habían detenido los drones antes de que pudieran llevar a cabo su ataque. Nadie resultó herido, añadió. Su sitio web oficial indicó que los escombros de los drones cayeron en terrenos del Kremlin sin causar daños.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, en una visita no anunciada a Helsinki para un diálogo con gobiernos de los países nórdicos, negó cualquier participación.
“No atacamos a Putin ni a Moscú. Peleamos en nuestro territorio. Estamos defendiendo nuestras ciudades y pueblos”, declaró en conferencia de prensa.
El asesor de la presidencia ucraniana Mykhailo Podolyak dijo que los señalamientos podrían darle a Rusia un pretexto “para justificar ataques a gran escala contra ciudades ucranianas, contra la población civil, contra instalaciones de infraestructura”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre dijo que Estados Unidos fue “incapaz de confirmar la autenticidad” de los señalamientos de Rusia.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos creía que Putin era un objetivo legítimo de cualquier posible ataque ucraniano, Jean-Pierre respondió que desde el inicio del conflicto, Washington “no ha alentado ni facilitado que Ucrania lance un ataque más allá de sus fronteras”.
El vocero adjunto de las ONU Farhan Haq dijo que Naciones Unidas “no está en posición de confirmar estos reportes. Reiteramos enérgicamente nuestro llamado a todos los involucrados a abstenerse de cualquier retórica o acción que pueda escalar todavía más el conflicto”, subrayó Haq.
El supuesto ataque con drones sería una escalada significativa luego de 14 meses de conflicto, pues Ucrania estaría llevando la guerra a la sede del poder ruso.
Phillips O'Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St. Andrews, dijo que “ciertamente no fue un intento de asesinar a Putin, porque él no duerme en el techo y probablemente nunca duerma en el Kremlin”.
Añadió que aún es muy pronto para demostrar o desmentir si se trató de un intento ruso “ya sea para hacer a Ucrania parecer imprudente o para estimular a la opinión pública rusa”, o si fue una operación ucraniana para humillar a Rusia.
Jamey Nixey, director del programa para Rusia y Eurasia en el centro de estudios Chatham House, indicó “que las dos principales posibilidades fueron un ‘disparo de advertencia’ de parte de Kiev o una operación de bandera falsa de Moscú con el objetivo de justificar ataques más intensos en Ucrania o un mayor reclutamiento”.
Si se trató de un disparo de advertencia de Kiev, entonces se trata de “otra sorprendente falla de seguridad de parte del Estado ruso”, afirmó.
“Si fue una operación de bandera falda de Moscú, entonces apesta a desesperación”, añadió Nixey. “Y es una estrategia de alto riesgo que posiblemente quede expuesta, considerando lo mal planeada que parece estar”.
El supuesto ataque desató llamados de figuras reconocidas en Rusia que están a favor del Kremlin para matar a altos funcionarios ucranianos.
El Kremlin aseguró que el ataque fue planeado para afectar el Día de la Victoria, el cual celebra Rusia el 9 de mayo en la Plaza Roja para conmemorar la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Peskov afirmó que el desfile proseguirá conforme a lo planeado.
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Los periodistas de Associated Press Jari Tanner, en Helsinki, y Jan M. Olsen, en Copenhague, contribuyeron a este despacho.