La primera canasta el domingo de Victor Wembanyama lució muy fácil. Desvió un pase, corrió con el balón, dribleó dos veces y clavó el balón con la mano izquierda.
Y las 15.000 personas presentes — cerca de cuatro o cinco veces más de las que acuden a los juegos de su equipo como local — lo ovacionaron.
Lo consideran un talento único generacional. La realidad es que nunca ha habido nadie como Wembanyama en Francia. El jugador de 19 años y 2,20 metros de altura, que pronto será la primera selección de la NBA, se está despidiendo de su país natal y disputa sus últimos encuentros como profesional antes de viajar a Estados Unidos. Y ya ha aceptado el reto de convertirse en una de las próximas grandes superestrellas.
Sus más recientes estadísticas en la victoria 93-82 del Boulogne-Levallois, su equipo, ante el Bourg-en-Bresse el domingo: 25 puntos, 10 rebotes y cuatro asistencias.
Ciertamente una noche destacada, pero nada fuera de lo normal para un chico extraordinario. Es así de bueno y lo ha comprobado cada vez que salta a la cancha. Mientras crece el revuelo por su llegada a la NBA, no ha dado señales de que le esté afectando.
“Me entusiasma la NBA”, dijo Pau Gasol, quien ingresará al Salón de la Fama este año tras una estelar carrera internacional con España y en la NBA. “Y estoy entusiasmado por este chico”.
Como lo deberían de estar todos.
San Antonio, Detroit, Houston, Charlotte y otras ciudades están cruzando los dedos más de lo normal. La lotería del draft se llevará a cabo el 16 de mayo en Chicago y eso significa que en poco más de una semana se sabrá en dónde jugará Wembanyama la próxima temporada. No será un misterio. El equipo que gane la lotería no va a cambiar su selección y tampoco necesitará cinco semanas para dilucidar qué hacer.
No ha existido una primera selección tan segura desde LeBron James en 2003 y salió bien; se convirtió en el máximo anotador de todos los tiempos.
“Sólo 10 días para conocer mi futuro equipo”, publicó en francés el sábado Wembanyama en Twitter. “Realmente es una locura”.
En efecto, el nuevo capítulo se acerca y se acerca rápido. Pronto se irá de Francia y evidentemente este adiós no será triste. A Wembanyama le quedan unos cuantos partidos en la temporada en Francia y lo sucedido el domingo es un indicio de que los aficionados al baloncesto en su país natal le dirán adiós con estilo.