BERLÍN (AP) — El canciller alemán Olaf Scholz prometió el miércoles 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares) adicionales para las comunidades que atraviesan problemas para proveer vivienda, educación y otros servicios básicos a un creciente número de migrantes, pero no logró registrar un avance en las negociaciones con los gobiernos estatales sobre las cuestiones fundamentales del financiamiento federal.
El compromiso fue parte de un paquete de medidas que acordó Scholz con los gobernadores de los 16 estados del país, quienes han discutido durante meses sobre a quién le corresponde cubrir los costes cada vez más elevados.
“Estos 1.000 millones son importantes, pero desde luego que no resuelven la cuestión fundamental”, dijo Stephan Weil, gobernador del estado de Baja Sajonia.
De cualquier forma, señaló, el progreso alcanzado hasta ahora le da confianza en que se puede llegar a un acuerdo antes de noviembre.
Scholz dijo que la reunión fue “muy constructiva”, y añadió que ambas partes también acordaron digitalizar el proceso del manejo de solicitudes de asilo y acelerar las deportaciones de aquellos cuyas solicitudes fueron rechazadas.
El gobierno federal buscará concretar más acuerdos con otros países para permitir que una mayor cantidad de migrantes regulares lleguen a Alemania, si a cambio acceden a aceptar a los solicitantes de asilo que fueron rechazados, subrayó.
Además del más de un millón de ucranianos que llegaron a Alemania el año pasado en busca de refugio de la guerra en su país, el número de solicitantes de asilo también aumentó considerablemente. Los ucranianos reciben de inmediato estatus de refugiados en Alemania y no necesitan solicitar asilo.
En 2022, más de 244.000 personas pidieron asilo en Alemania. En los primeros cuatro meses del año, 101.981 personas solicitaron asilo, un incremento del 78% respecto al mismo periodo del año pasado, según la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados. Los expertos calculan que Alemania podría recibir hasta 300.000 solicitudes de asilo este año.
Muchos de los que llegan actualmente a Alemania a diario cruzan los balcanes y provienen de países afectados por la guerra, como Siria y Afganistán. Dependen de traficantes para que los lleven a través de las fronteras para que puedan pedir asilo al momento de llegar a territorio alemán.
Las comunidades locales — representadas por los estados en la cumbre sobre migración del miércoles — han estado albergando a los solicitantes de asilo en carpas, contenedores, gimnasios o aeropuertos en desuso durante meses ante la escasez de vivienda regular. Además, afirman que hay falta de espacios escolares para los niños migrantes, y exigen miles de millones de euros en fondos federales adicionales para cubrir sus costos.
Sin embargo, el gobierno nacional rechaza sus demandas, afirmando que tan sólo el año pasado gastó 28.000 millones de euros (30.700 millones de dólares) en migración. Unos 15.000 millones de euros se destinaron a autoridades estatales y locales, mientras que más de 12.000 millones se invirtieron en combatir las causas de la migración.
Aunque las solicitudes de asilo se mantienen muy por debajo de los niveles de 2015-2016, las autoridades temen que el creciente número de migrantes también pueda alimentar el apoyo a los partidos de extrema derecha que tratan de explotar el sentimiento antiinmigrante.
