WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden elogió el viernes al presidente del gobierno español Pedro Sánchez por la colaboración de su país con Estados Unidos y Canadá para establecer centros de migración en América Latina en los que los solicitantes de asilo que huyan de la pobreza y la violencia en sus naciones puedan pedir protección.
Los mandatarios se reunieron en la Casa Blanca, donde abordaron diversos temas, entre ellos la invasión de Rusia a Ucrania y el cambio climático. Sin embargo, los esfuerzos de Estados Unidos y España para cooperar en la tramitación de las solicitudes de asilo tuvieron un lugar preponderante en la reunión en momentos en que el gobierno de Biden ha puesto en marcha nuevas medidas de inmigración después de que expiraran las restricciones a la inmigración impuestas a causa del COVID-19.
Las nuevas políticas están diseñadas para combatir los cruces fronterizos ilegales al tiempo de que abren vías legales que dan a los migrantes incentivos para que soliciten el asilo por internet desde donde se encuentren en lugar de que efectúen la peligrosa travesía hasta Estados Unidos.
Una parte importante de la vía legal ampliada es el establecimiento de centros de tramitación en Colombia y Guatemala y otras partes del hemisferio occidental a los que pueden acudir los migrantes para solicitar su ingreso en Estados Unidos, España o Canadá.
“Ambos estamos enfrentando los desafíos de la migración en el hemisferio occidental”, dijo Biden a Sánchez al inicio de su reunión en la Oficina Oval.
Fue un enorme logro que la Casa Blanca consiguiera que España y Canadá aceptaran recibir a solicitantes de asilo de América Latina. Y esto contribuye a reforzar el argumento del gobierno de Biden de que el actual dilema de la migración que enfrentan los países americanos es un problema global que necesita una solución global, en forma similar a las crisis de los refugiados que han afectado a Siria, Afganistán y Ucrania en los últimos años.
Estados Unidos registra en su frontera sur un aumento en las llegadas de migrantes procedentes de China, Ucrania, Haití, Rusia y otras naciones lejanas a Latinoamérica, y que cada vez con más frecuencia son grupos familiares o niños que viajan solos. En contraste, hace 30 años, los cruces ilegales correspondían casi en su mayoría a adultos solos procedentes de México que eran regresados fácilmente por la frontera.
España, aunque tiene un alto desempleo, necesita trabajadores para el campo y otras industrias, y aceptará a migrantes que quieran ir ahí y tengan las competencias necesarias.
El ministerio español ha dicho que la vía sólo se concederá a quienes ya hayan recibido estatus de protección internacional. Esto significa que a los migrantes aceptados por España deberán ser considerados refugiados y recibirán el mismo trato que los solicitantes de asilo sirios que han llegado desde Turquía.
“España y Estados Unidos tenemos intereses comunes en cuanto a democracia, prosperidad y migración segura, regular y ordenada”, dijo Sánchez.
Los planes para abrir los centros de tramitación en Guatemala y Colombia se anunciaron el mes pasado, pero no funcionan todavía. Una vez en marcha, se prevé que procesen miles de solicitudes al mes. Organismos de Naciones Unidas se harán cargo de los centros, pero habrá funcionarios estadounidenses también para ayudar en la tramitación de las solicitudes.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que la Casa Blanca tiene previsto que los centros de tramitación abran en un “futuro relativamente próximo”.
Aunque Biden pronosticó esta semana que la situación en la frontera podría ser “caótica un tiempo”, su gobierno intenta disuadir a los migrantes para que no paguen a contrabandistas de personas para su travesía hasta Estados Unidos, en particular por el Tapón del Darién. Los funcionarios confían en que las medidas contra los cruces ilegales en la frontera y las alternativas para llegar hasta Estados Unidos les permitan lograr cierto orden.
Las restricciones por el coronavirus, conocidas como Título 42, fueron puestas en vigor por el gobierno de Trump en marzo de 2020 en medio de la pandemia. El Título 42 permitía a las autoridades fronterizas enviar de vuelta a los migrantes con el argumento de impedir la propagación del COVID-19. Pero hubo expresiones de que la política fue implantada simplemente para impedir el ingreso de migrantes.
Aunque el Título 42 fue aprovechado para denegar el asilo más de 2,8 millones de veces, no conllevaba consecuencias legales, lo que alentaba a los migrantes a intentar repetidamente ingresar en Estados Unidos. La emergencia de salud pública expiró oficialmente el jueves en la noche junto con las restricciones.
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Los periodistas de The Associated Press, Renata Brito, en Barcelona, España; y Ciarán Giles y Jennifer O’Mahony, en Madrid, contribuyeron a este despacho.