MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La movilización más importante de nuevo ha sido en Tel Aviv, con entre 100.000 y 180.000 asistentes, según medios israelíes pese a que la tramitación de la reforma judicial está paralizada por decisión del propio Gobierno.
"¡Tenemos que entender que la amenaza no ha desaparecido y pesa sobre nosotros porque si pestañeamos un solo instante aprovecharán la oportunidad", ha destacado la exministra Tzipi Livni en su intervención ante los manifestantes.
"No vamos a dejar pidra sobre piedra si hay una sola oportunidad de lograr un acuerdo histórico que dure cien años, pero permitamos que simplemente paren el tiempo para salvar su gobierno", ha apuntado por su parte el líder de la oposición, Yair Lapid, presente en la concentración de Rehovot.
"Este Gobierno no puede abrir negociaciones en la residencia presidencial y al mismo tiempo vilipendiar al Supremo mandando a matones a las calles", ha añadido. "El Gobierno debería tomar todas las leyes que hay en la Knesset y comprender que no van a poder elegir a los jueces. No va a pasar. No mientras estemos aquí", ha remachado.
El otro gran dirigente opositor, Benny Gantz, principal beneficiado de las protestas en las encuestas, ha expresado su confianza en las negociaciones, pero ha advertido de que lo "repensará" si no hay avances.
"Esta es una lucha importante para un país democrático, pero no lejos de aquí hay manifestantes que piensan lo contrario. Respeto a todos y voy a representar a todos", ha afirmado.
Los convocantes de las protestas, ajenos a los partidos, han pedido a Lapid y Gantz que terminen con su participación en las negociaciones si no se logran acuerdos porque Netanyahu "busca perder tiempo para conseguir que se aprueben los presupuestos".