MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
"Siempre que se habla de un asesino de ETA se pone en balanza lo que ocurrió con los GAL para equilibrar moralmente", ha señalado en un encuentro con la prensa el autor, quien no obstante ha recordado que tal y como aclara en el preludio del libro no se trata de una historia basada en esa agrupación parapolicial en España.
"No está inspirada únicamente en eso, aunque es verdad que es un referente real. Para mí, los GAL tuvieron dos cosas decepcionantes: por un lado, se recurrió a ejecutores poco competentes y, desde ese punto de vista operativo, fue bastante desastroso y deplorable", ha señalado el autor de 'La flaqueza del bolchevique'.
"Pero también tuvo otro aspecto poco lucido: al final cayeron una serie de peones (y asumo que también un ministro del Gobierno), pero no se produjo una asunción genérica de responsabilidades por parte del Estado", ha remarcado Silva, a pesar de reconocer que sí hubo una "factura electoral".
"En las elecciones de esa legislatura, los juicios del GAL precipitaron el final de Felipe González. Y es evidente que las perspectivas de los partidos constitucionales en el País Vasco y Navarra serían mejores si no estuviera sobrevolando el tema de la 'cal viva'", ha afirmado.
En 'Púa', Silva retrata el retorno de un antiguo agente secreto a sus labores parapoliciales tras la petición recogida en un mensaje enigmático. El escritor reconoce que ha elegido a "un peón y no a un cerebro" de las conocidas como 'guerras sucias' porque lo que le interesa es "el viaje de la persona que tiene conciencia".
El autor madrileño califica a las cloacas del Estado como "un mal innecesario". "Habrá quien diga lo contrario, que son necesarias, puesto que hasta un Premio Nobel de la Paz como Barack Obama ha autorizado personalmente no pocas acciones de este tipo, como los asesinatos extrajudiciales", ha resaltado.
"Pero, de lo que conozco, la guerra sucia tiende a ser un mal innecesario que, si se hubiera puesto un poco más de esfuerzo o sacrificio (en la lucha contra el terrorismo), no habría hecho falta", ha destacado Silva tras admitir que la apuesta del Estado por estas actuaciones vienen de "pequeñas ganancias".
"A corto plazo sí que se producen esas ganancias y, de hecho, se han evitado acciones con torturas. Pero a largo plazo es otra cosa y me cuesta ver algo más que esas escaramuzas ganadas no se conviertan en derrotas en el horizonte histórico. Por ejemplo, con un recurso puntual de tres o cuatro años en España, la democracia quedó desacreditada de manera irreversible para miles de ciudadanos vascos", ha lamentado.
UN BICHO RABIOSO DENTRO
Silva ha defendido a su personaje, alguien que admite en las primeras páginas que es 'una mala persona'. "Una persona implicada en la guerra sucia del Estado sigue siendo alguien humano. El problema es muchos piensan que lo hacen por nobles ideales, pero no mi personaje, que recuerda que si ha podido hacer lo que ha hecho es porque hay algo malo en él", ha explicado.
"Con el estímulo suficiente, todos somos una mala persona, siento perturbar a quien tenga ese espíritu angelical. Pero todos tenemos un bicho rabioso dentro que lo soltamos de manera controlada y se necesita un estímulo adecuado, muy potente, para traspasar esa línea de la violencia injustificable", ha concluido.